Uruguay golea 5 a 0 a Bolivia, es la segunda vez que gana los dos primeros partidos de Copa América aunque tenga 15 de ellas. La prensa lo candidatea, el pueblo uruguayo y las casas de al lado esperan que la Celeste sea el verdugo de Estados Unidos en su propio país, en su propia megalomanía. Pero Bielsa no grita los goles. Pero Bielsa dice que falta. Pero Bielsa mira para abajo cada vez que la cámara lo apunta. No sé si son locos los tiempos o son los tiempos del Loco: irónicamente, en “Times Square” los uruguayos de 20 y de 30 le cantan al Uruguay del ‘30 y del ‘50. “Acá en esta cuadra viven mil // Clavamos el tiempo en un cartel // Somos como brujos del reloj // Ninguno parece envejecer”, explicó, cantando, Fernando Cabrera.

Tiempos, también, de análisis y sobreanálisis. Tiempos locos. En Bilbao le consultaron sobre la cantidad de pasos que el entrenador hacía de izquierda a derecha en el banco de suplentes. No es el Bielsa de Chile, ni el de Argentina, ni el de Bilbao ni el de Marsella: ya no camina así. Al menos se ahorra una decepción y una posterior pelea con la prensa. Se sienta, lejos de los demás, gesticula muy poco, prácticamente tieso, no porque los de afuera sean de palo como dijo el Negro Jefe. “Descrean de toda soledad // Se engaña quien cree la verdad // Acá no hay tango, no hay tongo ni engaño // Aquí no hay daño que dure cien años”, cantó, explicando, Fernando Cabrera, que no sabe mucho de Bielsa pero cuánto que sabe del Uruguay.

Aunque curiosamente faltan solo seis años para el Centenario del primer Mundial, porque son locos los tiempos, locos y de a ratos angustiantes, porque avanzan cada vez más rápido, pero en Uruguay es diferente, en Uruguay el pasado está presente y queda acá nomás. Por eso, cuando juega esta Uruguay todo se queda quieto alrededor, esperando los goles de Darwin que siempre llegan y por qué no el de Suárez, aquel que despierte un grito, tal vez más desafinado que los de Jaime Roos, pero con exactamente la misma poesía de un pueblo con memoria: “vamo arriba la Celeste, la de ayer y la de hoy”.

Miguel Freidenberg
Twitter: @miguefrei

Lástima a nadie, maestro necesita tu ayuda para seguir existiendo, suscribite acá:

Deja un comentario