Guido Herrera era un pirata y, por ende, un extraterrestre. A veces, directamente, un villano. Él ya era de Talleres pero había hecho inferiores en Belgrano. Al finalizar cada entrenamiento veía como todos sus compañeros podían quedarse firmando autógrafos pero a él nadie le pedía nada. No había contacto. En varias ocasiones, el arquero prefería abandonar el entrenamiento directamente por la puerta de atrás por miedo a los reproches.

Era 2016. Herrera venía de pelear el ascenso del Federal A al Nacional con Defensores de Belgrano de Villa Ramallo contra Talleres. De hecho, jugó los tres partidos del 2015 contra la T. Pero el ascenso fue del barrio Jardín.

Herrera debutó en la fecha 11 del Nacional, contra Almagro, reemplazando al lesionado Mauricio Caranta. Desde allí hasta hoy, con la excepción de un préstamo rescindido de cuatro meses al Malatyaspor de Turquía, Guido defendió el arco de Talleres. Herrera es el arco de Talleres.

Fue clave en el ascenso (8 meses después de haber subido de la tercera categoría) y en la consolidación de un equipo que llegó a pelear campeonatos como el del 2021, a tener dos finales de Copa Argentina y a quedar entre los ocho mejores equipos del continente en 2022, empate y partido de igual a igual contra el Flamengo campeón incluido. Para clasificar a la LIbertadores 2019, Herrera convirtió un penal decisivo para el 2 a 2 contra Olimpo, en la Superliga 2017-2018. Tiene el récord de 701 minutos invicto en el equipo cordobés, donde se transformó en el octavo jugador en pasar la barrera de los 300 partidos.

Herrera, titular hasta hoy, capitán, fue pretendido por Boca y convocado en 2018 a la Selección Argentina, para la gira de amistosos con Irak y Brasil de octubre. Una revancha para el Herrera joven: participó de algunas instancias previas pero no llegó a la convocatoria del mundial sub 17 2009 de Nigeria, donde jugó un tal Dibu Martínez.

En noviembre, Herrera dijo en una entrevista que estaban para pelear hasta el final. Siempre quiere irse por la puerta grande: la de adelante. Solo que para eso ya no es necesario ganar un campeonato. Ni mucho menos. Pasará igual.

Santiago Núñez
Twitter: @SantiNunez

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