El escenario es este: partido contra el clásico, de visitante. La cosa está empatada y entonces el árbitro cobra penal. Penal y expulsión al arquero. Viento a favor. Cuando un arquero entra con el partido empezado significa que ocurrió algo extraordinario. Cuando entra y su primera acción será intentar que un tiro a diez metros de distancia sin barrera no termine en gol, lo extraordinario se parece a lo imposible. Una invitación a la épica. Sobran casos de arqueros que en su primera jugada atajan penales. Eso hizo Gustavo Lema frente a Jorge Galleguillo en ese clásico entre Quilmes y Defensa y Justicia, en 1998. Tras un rebote la pelota sale. El árbitro da córner.

Jorge Alberto Galleguillo nació el 11 de septiembre de 1976 en Varela. Un año y medio después, en marzo de 1978, Defensa y Justicia jugaba su primer partido en la D. Durante más de cuarenta años había sido un club más abocado a lo social. A partir de ahí empezarían a ser el equipo de todos los barrios cercanos a Varela.

Galleguillo ingresó en las inferiores de Defensa en cuarta división. En marzo de 1995, diecisiete años después del debut del Halcón en la D, Galleguillo jugó su primer partido en primera. Fue 1 a 0 contra Ituzaingó por la B Metropolitana. Serían más de doscientos cincuenta partidos en Defensa y Justicia con cuarenta y siete goles. La mayoría golazos.

Le decían Charro por Los Charros. Amores como el nuestro cada vez hay menos. Cumbia, guitarra y ascenso. Festejaba emulando una guitarrita. La banda de Dani Cardozo, como Defensa y Galleguillo, es de Varela. Con el botín izquierdo, Galleguillo componía melodías que se siguen recordando en las tribunas del Tito Tomaghello. Era otro Defensa. Uno que soñaba con ascender a primera pero que difícilmente pudiera proyectar una Copa Sudamericana, una Recopa ganada al Palmeiras en Brasil y cuatro campeones del mundo. Galleguillo sostuvo el vuelo de un halcón más de barrio, menos cosmopolita.

El 28 de junio de 1997, Defensa y Justicia y Tristán Suárez jugaban la final por el ascenso a la B Nacional. Con el partido 1 a 1, Galleguillo, de 20 años, agarró un tiro libre en tres cuartos cancha. No tiró al centro, pateó al segundo palo y metió el gol del ascenso. Defensa no volvería a descender. Galleguillo metía golazos en partidos importantes, como el de tiro libre a Chacarita por el reducido de la B Nacional en el 98. Además es el que más goles le hizo y más partidos jugó contra Quilmes y el cuarto máximo goleador de la historia de Defensa. Uno de ellos aquella tarde contra Quilmes en el Centenario.

Lema atajó y el árbitro dio tiro de esquina. Galleguillo volvió a agarrar la pelota. Córner desde la derecha, como para que un zurdo le pegue cerrado. Toma carrera y va. ¿Cómo hacer que un objeto toque dos veces la misma línea recta? Jorge Galleguillo no será físico, pero conoce la respuesta: con un olímpico. Y no cualquier gol olímpico, uno para redimirse después de errar un penal en un clásico.

Juan Stanisci
Twitter: @juanstanisci

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