Somos lo que escribimos. O al menos lo intentamos. Buscamos, buscamos, buscamos. De vez en cuando, algo encontramos.

Durante más de siete meses compartimos en este portal la sección “Las calles no olvidan” con el objetivo de rescatar la impronta propia de nuestro fútbol, muy bastardeado por los negocios y los vínculos con el poder. Nuestro objetivo era poner el foco en los actores secundarios, muchas veces protagonistas sin luces en el escenario. Quedará en ustedes saber si lo logramos o no.

Buscamos rememorar la belleza con las gambetas del Máquina Giampietri o con la idolatría de Mataderos hacia el Gomito Gómez. Intentamos hacer nuestras las corridas del Lobo Cordone con acento inglés o con goles de Akerman, el Tweety Carrario o el Indio Bazán Vera. Con Garrafa es simple, solo disfrutamos. Trajimos con nosotros al Chavo Alustiza y a Mario Lobo. Nos reímos con Lujambio. Respetamos más que nunca a Campodónico. Les dijimos al Beto Yaqué y a Miliki Jiménez que el olvido no es opción, mientras soñamos, ya no con ser Messi, sino con las gambetas del potrero de la Vieja Moreno. Corrimos como el Turco Zarif, a veces tuvimos que salvar las papas como el Flaco Vivaldo. Pensábamos que con el Pirata se nos terminaba el mar, pero no. Seguimos. Los goles de Soriano o Gastón Casas, las historias de Galleguillo, el Topo Gómez y Cameroni, la sonrisa del Gatito Leeb.

Nos sorprendimos mientras hacíamos este especial, por la enorme cantidad de saludos, anécdotas, apoyos que recibimos en cada una de las historias. Incluso muchas de las críticas nos parecieron asombrosas. Acá nada termina: se viene algo en papel. En febrero ampliaremos.

Mientras tanto, en este 2025 nos quedó una certeza: no olvidemos las calles y, así, tendremos más chances de ser felices.

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