Nueva vieja etapa. Nada va a nacer. Es seguir construyendo desde las bases consolidadas. La Selección Argentina de Scaloni fue muchas cosas. El equipo de los volantes, esos ex enganches reconvertidos en todo campistas. Llenó de dudas al temible Brasil con repliegue, tenencia y contragolpe. Juntar todas las ideas de nuestra historia para cortar con las finales que perdimos, que tantos años las lloré.

Llegó a Qatar a seguir ajustando porque para ser campeón hoy hay que ganar. Menos pase horizontal, más llegada al área de los volantes. Siempre presión asfixiante. Uno es todos y todos somos uno. La última Copa América fue el equipo sostenido en la jerarquía de los del fondo: Dibu, Cuti y Licha. Se lesionó Messi. Salimos campeones por Lautaro. Se va Fideo. ¿Cómo seguimos?

Julián más Lautaro. Dos puntas con movimientos inteligentes para darle sentido a la buena circulación que conduce el imprescindible Rodrigo De Paul. Cada uno en su función. Molina con el desborde y centro atrás para la llegada del volante interno por izquierda por sorpresa. Gol de Alexis Mac Allister en modo Polonia. Para destrabar el resultado.

Parecía 1-0. Lo máximo que puede lograr esa Argentina que se llena de volantes y se aleja del arco rival. Hasta que entra el pochoclo y empieza el cine. El fútbol es divertimento. Dybala levanta a la gente y juega con la inventiva sorpresiva de los cracks. Siempre uno así tenes que tener para soñar con cosas imposibles.

Llegó el gol de Julián con Enzo Fernández clave adelantado al borde del área rival. Modo Polonia Vol. 2.

La fiesta terminó con el gol de Paulino. El que no se rinde. El futbolista contracultural que elegimos querer. El que festeja los festejos ajenos. Llegó su momento de pasar a ser primera variante. Bienvenidos al equipo de los delanteros. Una nueva versión de La Scaloneta que quiere seguir generando material para nuevos cantitos.

Lucas Jiménez
Twitter: @lucasjimenez88

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