El volante central de Huracán cuenta con hinchada propia por los buenos recuerdos que dejó en sus anteriores clubes: Chicago, Temperley y Ferro. También tuvo un breve paso por Newell`s, de quien espera una mano el próximo domingo. La historia del emblema del mediocampo del Globo que sueña con la heroica. Escribe Lucas Jiménez.
La secuencia se repite en distintos barrios: Mataderos, Temperley, Caballito. Cuando lo ven adueñarse de la mitad de la cancha de un partido de la Liga Profesional, la mesa futbolera recibe un golpe antes de escuchar que ese volante central pelado que brilla en la tele era nuestro, antes que de nadie. Una apropiación del descubrimiento, del tesoro, como si enfrente estuviera un cronista haciendo preguntas para un documental.
Federico Fattori fue siempre el mejor 5 de la categoría en la que le tocó jugar. Arrancó en el formidable Chicago de Pablo Guede que se llevó de arrebato una B Metropolitana que lo tenía corriendo diez puntos detrás del puntero Atlanta. “El Barsa de la B”, tituló el Suple Ascenso del diario Olé una vez en 2014. Guede lo conocía de inferiores y le fue haciendo lugar cuando faltaba uno de los tres volantes del medio que salía de memoria con Bochi-Farías-Barbona. Fattori fue aprendiendo a jugar con riesgo y personalidad en un 433 ofensivo. Con Guede incorporó la importancia como volante de conducir y romper hacia adelante. Trata de ser apoyo del compañero que tiene la pelota.
Ya en la B Nacional llevó a su Chicago a ganar el último ascenso, de los 10 que había a Primera División, a fines del 2014. A un click de Youtube se puede encontrar un partidazo que jugó para ganarle al Argentinos de Riquelme en La Paternal, donde manejó el medio, marcó bien a Román y además puso la asistencia para el 1-0 con una empalada al borde del área. En un amistoso de pretemporada entre Chicago y Newell’s lo vio el Tolo Gallego, y lo pidió para La Lepra. Allí, una lesión le complicó la estadía y solo pudo jugar 6 partidos. A finales del 2015, el nuevo técnico Lucas Bernardi le dijo que no lo iba a tener en cuenta.
Volvió a préstamo a Chicago en la B, quedó libre de Newells y renovó en el Torito por amor al club, aunque la temporada anterior habían estado 6 meses sin pagarle el sueldo. En 2018, el Gato Esmerado lo pidió para Temperley que estaba en primera, próximo a descender. Al año siguiente del descenso, ya era capitán del Gasolero con sólo 27 años. Adrián Scifo lo tuvo de compañero en Temperley y Chicago y lo definió mejor que nadie: “Fattori es un jugador muy completo, tiene buen pie, recuperación, no se achica».

En 2020, era el mejor 5 del Nacional y lo fue a buscar Ferro para armar un equipo para ascender en 2021. Junto a Brian Fernández, fueron las figuras del Verdolaga que cayó en semifinales del Reducido con Quilmes. Ese año, mostró sus virtudes como un pulpo recuperador de pelotas, además de manejar los hilos del mediocampo.
Se lo llevó Huracán, amigo de Temperley, para darle la revancha en primera. Fue clave en el equipo de Diego Martínez que logró salvar al Globo del descenso a finales del año pasado. Se lesionó en el partido que lo lograron, la última fecha contra Arsenal. Le quedó la espina de no poder jugar los cuartos de la Copa de la Liga contra Platense, donde cayeron por penales después que le empataran el partido sobre la hora. Anoche tuvo revancha contra el Calamar. Cuando el equipo era una bola de nervios, le puso un pase gol a Wanchope con la especialidad de la casa: recuperar rápido y lanzar para agarrar abierto al rival. Llenó de ganas al resto para que en el segundo tiempo llegara el gol de la Perla Ramírez y el triunfo.
Volvió al nivel que puso a Huracán en la pelea al principio del torneo. Cuando él bajó, vino la meseta del equipo. Quedó retratado en la foto del segundo gol de Central Córdoba en la semifinal de Copa Argentina, no llegando a bloquear el remate de Florentín. Junto a los chilenos Alarcón y Echeverría, conformaban el mejor mediocampo del fútbol argentino. Volvieron a tiempo para ir por el sueño quemero de cortar una racha de más de 50 años sin ganar un torneo local.

Fattori es un jugador infravalorado y sencillo. Es el eje de la salida, el que realiza las coberturas de los laterales cuando suben al ataque y el que cambia la orientación al juego para que la tenencia no sea monótona. Es un 5 clásico que puede defender cerca de los centrales con el bloque bajo y ser un 5 moderno conductor de la presión alta para direccionar los ataques.
Se hizo dueño del mediocampo del Monumental en el empate con River el día de la vuelta de Gallardo. La transmisión lo eligió como el jugador del partido. No tiene redes sociales, pero capaz le llegó la noticia de que, por aquellos momentos, circuló en Twitter la noticia que Scaloni lo iba a llamar a la Selección. Algo que no ocurría con un jugador de Huracán desde Bolatti en 2009. Finalmente era una fake news. Pero 15 años después tiene la chance de ganar el partido que no pudo Mario. Contra Vélez en Liniers para ser campeón. No estará solo. Alrededor de una mesa, frente a un televisor, cada vez que toque la pelota habrá hinchas en Mataderos, Temperley y Caballito diciendo “el pelado Fattori era nuestro”.
Lucas Jiménez
Twitter: @lucasjimenez88
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