Carta de despedida desde el amor y la tristeza. Porque cuando el dolor se nos cure un poco, quedarán las alegrías. Escribe Carla Lorena Lorenzo.
Sabes Diego…
No te voy a contar cómo fue nuestro día, porque sé que lo sabes. Te lo prometo, estaba convencida que tu corazón era eterno y darme cuenta que cuando decían: «el más humano de todos los dioses», significaba entender y saber que voy a vivir otros 25 de noviembre de tristeza, es un sentir bastante doloroso.
No soy la única en el mundo, pero de verdad soñaba conocerte. No sé si lo viste, pero te escribí muchas cartitas que las publicaba por acá, a veces esperaba que por esas casualidades, quien me decía, me leías. Otras veces esperaba que los pibes de «Lástima a Nadie» te puedan hacer una entrevista y de metida nomá estar ahí viéndote, sin joderte. Y la más rara de todas es que cuando volviste al país, cada vez que salía de casa esperaba y buscaba algún auto medio «pomposo» con vidrios negros y en vez de decir como decimos siempre: «mira un jugador!» digamos: «Mira ahí va el Diego!» porque justo ese día viniste al barrio a visitarnos.
Ninguna de estas situaciones viví. Pero mientras estoy acá sentadita y escribiendote una vez más, pienso y siento que si te conocí.
A la Moyra, mi mamá, la sentí mal por la muerte de un «famoso» hoy y un 24 de junio. En esto entendí todo.
Siempre vas a ser estos pibes con las manos llenas de barro y laburo, sos el trabajador que de verdad trabajó de lunes a lunes. Sos nosotros y nosotras equivocandonos pero con la valentía que pocos tienen para pedir perdón. Sos el que con huevos y amor nos defendió frente a los tiranos, sos el que vino a acompañarnos y a darnos la última alegría en este enorme desafío que tenemos que es reconstruir nuestra Patria.
Sos el encuentro con mí primo en una cancha, sos la adrenalina por llegar a verte una vez en mi vida pisar la Bombonera. Sos el juego más hermoso, las puteadas más sinceras.
Hace rato que me imagino quiénes son los que te señalan diciendo «como persona» pero estoy segura, quédate tranquilo, que amigos no son.
…Sabes Diego, lo pensé mejor y los 25 no van a ser días de dolor. Los 25 de noviembre van a ser los días de la jugada más zurda, más hermosa y más digna que un pueblo puede vivir. Te abrazo, hasta que si te pueda conocer por allá.
Te quiero Diego, mucho.
Gracias.
Carla Lorena Lorenzo