Como previa al partido de hoy a la noche entre los dos mejores equipos del torneo repasamos el encuentro que jugaron en Córdoba por el Clausura 2004 que los tuvo como protagonistas del campeonato. Gallardo, Maxi López, Chicho Serna, J.J López y un partidazo inolvidable. Escribe Lucas Jiménez.

El Estadio Olímpico de Córdoba estaba partido en dos. Se jugaba la anteúltima fecha del Torneo Clausura 2004. El local Talleres recibía a River, que podía ser campeón si empataba porque el escolta Boca ya había igualado 0-0 con Colón y le llevaba tres puntos de ventaja. La mitad del estadio estaba colmada de hinchas de la T y la otra mitad llena de gente de River que venía de quedar eliminado de las semifinales de la Copa Libertadores 2004 contra Boca como local. Con el conjunto Millonario ya formado en la cancha, bajó la primera ovación de la popular visitante: “olé, olé, olé, Maxi, Maxi”. El aclamado era Maxi López que había errado el penal clave en la definición por penales contra Boca y era bancado por su gente. Se había ganado un lugar como titular después de un partido consagratorio contra el xeneize en la Bombonera por el mismo Clausura.

Por su parte el local Talleres, dirigido por J.J. López, venía realizando un campañon. Fue puntero las primeras siete fechas y se mantuvo todo el torneo entre los primeros cinco. Llegaba a la anteúltima fecha tercero pero ya sin chances de ser campeón. Su objetivo era salvarse de la promoción, cosa que no podría evitar y terminaría descendiendo injustamente luego de perder los dos partidos contra Argentinos Juniors. Cosas de los promedios del fútbol argentino, que con una campaña para entrar a las copas internacionales, por arrastre, podías terminar descendiendo. También le pasó a Tigre en 2019.

La T jugaba con línea de tres defensores, dos laterales volantes por los costados (Ariel Donnet a la derecha y Maxi Velázquez a la izquierda), doble cinco con uno de juego (Maxi Salas) y uno de marca (Chicho Serna), Luciano de Bruno de enganche y arriba dos delanteros de área como Aldo Osorio y Víctor Píriz Alvez. A los 11 minutos de partido Maxi Salas la jugó de taco para De Bruno que la abrió a la derecha para Donnet, este tiró un centro que no llegó a conectar Osorio pero sí Cristian Tula. Germán Lux se había adelantado para ir a cortar el centro y descuidó el primer palo por donde entró la pelota.

 De la platea de Talleres, que estaba pegada a la popular de River, un pibe de remera de la T con publicidad de CTI Móvil festejó el gol haciendo la gallinita a lo Carlos Tevez tres días antes. Mientras con la mano se dibujaba una franja horizontal, al lado de él se acercó otro hincha de Talleres ya directamente con la camiseta de Boca en la mano. Era el Día del Padre en la Argentina y algunos hinchas doble casaca aprovechaban para recordarle a River el resultado reciente en el superclásico.

A los 20 de la primera parte el uruguayo Píriz Alvez peleó una pelota por la izquierda, la ganó y cuando le salió Cristian Nasuti a cortarlo tiró la pelota larga por un costado y la fue a buscar por el otro. Entrando al área le pegó fuerte al primer palo que otra vez tenía descuidado Lux. Por si fuera poco a los 33 minutos Luciano de Bruno tiró un centro para el gol de Aldo Osorio que definió de zurda en el área chica. 3-0 y golpe de knock out para River, que ese domingo repetía seis de once titulares de los que habían jugado contra Boca el jueves. Solo no jugaron el clásico y estuvieron en Córdoba de arranque Garcé, Tula, Juan Fernández, José Sand y Marcelo Gallardo, que era titular pero se perdió el partido de copa por haber sido expulsado en la ida tras el arañazo a Abbondanzieri.

Gallardo era el enganche de River pero usaba la 31, ya que la 10 era del Rolfi Montenegro que estaba en el banco. El Muñeco trataba de levantar a un equipo golpeado pero tenía que luchar contra el ex Boca, Chicho Serna, que cortaba todo en el mediocampo de Talleres. De pelota parada no había Serna que se intrometa y por esa vía el Muñeco casi descuenta.

Todavía en el primer tiempo Astrada hizo un cambio para revertir la goleada en contra. Sacó al lateral izquierdo Juan Fernández y entró Sambueza, que era volante. El segundo tiempo, jugado por jugado, el técnico de River tiró a la cancha al Rolfi y a Marcelo Salas, afuera Mascherano y Lucho González. Quedó jugando con tres delanteros y dos enganches. A los pocos minutos Gallardo tocó para Montenegro que habilitó al chileno, que entraba solo por la izquierda. Partido 1-3 tras una gran definición del Matador ante la salida del arquero Marcos Arguello.

Después del descuento de River el partido se puso hermoso de ida y vuelta. Estaban jugando dos de los mejores equipos del torneo y se notaba, los ataques terminaban en chances de gol. Chicho Serna intentó dos veces meter su gol con remates de afuera del área. River tuvo las suyas con Salas y Sand. Se jugó a un ritmo frenético hasta que se fue expulsado Claudio Husain por un manotazo a Emanuel Giménez. El Millonario se quedó sin su único volante defensivo y ya con los tres cambios realizados.

Los últimos minutos River resistió manteniendo el 1-3 gracias a las intervenciones de Lux y al corazón de Gallardo que en el final del partido recuperó una pelota ante Osorio en posición de tres. Salió jugando como si fuera Milton Casco y tocó para Sambueza. La jugada terminó en centro de Rubens y gol de cabeza del ovacionado Maxi López para el 2-3 definitivo. River no llegó al empate pero el equipo reaccionó después de la dura eliminación en la semana y estar 0-3 contra el tercero del torneo.

Luego del partido J.J. López se puso a firmar autógrafos en las camisetas de hinchas de River que le agradecían sus años dorados como exquisito volante en los ´70. Frenó para hablar con el cronista de Paso a Paso en TyC Sports y se refirió a la eliminación contra Boca. “River venía desempeñando un buen fútbol pero bueno, el fútbol es así. Creo que los jugadores de River dejaron todo y los penales son a suerte o verdad. Es difícil, es como la moneda, es un juego de azar”, reflexionó el Negro. Esa declaración lo acompañaría como un fantasma en las dos promociones que jugarían sus equipos con él como técnico. En el penal que metió el Polo Quinteros que sentenció el ascenso de Argentinos y el descenso de Talleres en aquel 2004 y en el que metió César Mansanelli para Belgrano y el que erró Mariano Pavone para River en la promoción del 2011.

A una semana de perder con Talleres, River se consagró campeón del Torneo Clausura 2004 tras empatar 1-1 como local contra Atlético Rafaela. El gol del campeonato lo metió Marcelo Gallardo con un derechazo de afuera del área después de un pase de Fernando Cavenaghi. Sería el último torneo local ganado por Gallardo hasta el momento de escribir esta nota. Hoy su River con él como técnico está puntero y juega contra el escolta Talleres, aquel club que en 2004 le ganó en Córdoba y le puso más suspenso a la definición del campeonato.

Lucas Jiménez

Twitter: @lucasjimenez88

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