El golpe de estado en Chile no es hablar solamente de historia sino que también es hablar del presente. En gran medida porque la Constitución es de la época de Pinochet. Para hablar del tema en nuestro programa de radio en Urbana BA tuvimos como invitado a Rodolfo Lama, el creador y director de la recomendable página de Instagram y Facebook, llamada Dr. Magrão que cruza fútbol con cuestiones sociales. Su nombre se debe a una única persona: Sócrates. Dóctor era su profesión y Magrao (flaco) su apodo.

En la siguiente entrevista a 47 años del golpe en Chile repasamos sus vínculos con el fútbol: el Colo-Colo del 73 y su posterior intervención militar-financiera, el no saludo de Carlos Caszely a Pinochet y el partido fantasma con la URSS en el Estadio Nacional que fue usado como campo de concentración durante los primeros meses de la dictadura.

Audio de la entrevista

– ¿Rodolfo cómo anda todo por allá? Me refiero a la situación política y pandémica.

-A nivel de pandemia muy complejo. Un gobierno profundamente inepto y un ministro de salud que fue cambiado por sus dichos inescrupulosos, muchas veces ofensivos hacia el pueblo. Llegó a decir en un momento que no sabía que en Chile había familias hacinadas y gente en casas tan pequeñas. Esa es la locura que vivimos hoy día con la burguesía desconectada de la realidad. En ese sentido tuvimos uno de los más altos índices de contagios y de muertes a nivel latinoamericano. Ahora hay una especie de forzosa normalidad de este gobierno de derecha pero seguimos en una meseta bien compleja de dos mil casos diarios. Entonces nos quieren forzar permanentemente pero no están las condiciones sanitarias, ni culturales, ni económicas para dicha normalidad. Estamos entre el consumismo de ciertas ciudades que quieren salir ya a comprar y a comer, y otros que somos un poco más cuidadosos en ese aspecto y entendemos que la vida está sobre cualquier cosa.

-Arrancamos el programa hablando del golpe de estado en Chile y escuchamos un discurso de Salvador Allende. Sabemos qué queda vigente del pinochetismo, por ejemplo la Constitución, ¿qué queda vigente de Allende hoy en día?

-La mañana del 11 de septiembre del 73 los aviones Hawker Hunter volaban sobre La Moneda y la bombardeaban. Así de loco lo que ocurrió en nuestro país. Por tanto hoy día en pleno estallido social pausado por la pandemia el pueblo está expectante a poder salir a manifestarse con la memoria y la convicción de que el 11 de septiembre no se puede olvidar nunca más porque fue el comienzo de una dictadura larguísima y cruel. En ese sentido claro, es más el legado de Pinochet que vemos todos los días que el de Allende. Pero el legado de Salvador está en varias cosas. Primero en ciertos principios partidarios del Partido Comunista y Socialista que tienen representación en Chile. Pero que de alguna forma han tergiversado su legado a través de la burocracia institucional. Se les olvida a aquellos que se salvaron que fueron perseguidos, exiliados y hoy actúan como sujetos que perpetuán un modelo. Pero el legado de Allende está en la mística, en las bases populares, en la barricada, en las escuelas, en las tomas, en las poblaciones, en las canciones y en la cultura que sigue resistiendo. Muchas veces nuestros jóvenes y estudiantes no saben la calidad humana, la claridad histórica, filosófica y ética que tenía el Chicho, como le decimos con cariño, al compañero presidente Salvador Allende. Entonces su legado está en los textos, en los murales y sobre todo en los discursos. Ustedes me dicen que ahí escucharon el de despedida donde muestra una brillantez absoluta mientras La Moneda estaba siendo atacada. Yo les recomiendo también el discurso hermoso de cuando asume donde dice “les pido que se vayan a sus casas con la alegría sana de la limpia victoria alcanzada. Esta noche, cuando acaricien a sus hijos, cuando busquen el descanso, piensen en el mañana duro que tendremos por delante”. Osea Allende desde el primer día entendió que lo que se venía era difícil. Ese es su legado, él nos dijo que “de nuevo se abrirán las grandes alamedas” y estamos intentando abrirlas después de 17 años de dictadura y casi 30 de neoliberalismo.

-Cuando asume Unidad Popular y después cuando es el golpe hay varios futbolistas de Colo-Colo y de la selección chilena de aquel momento que se pronuncian a favor de Allende y en contra del golpe, preguntan por los desaparecidos, por los fusilados. De eso también hay un legado porque el año pasado fue muy fuerte la reacción de la gran mayoría de los futbolistas de elite chilenos apoyando las protestas.

-Es así. El año pasado frente al estallido social no hubo medias tintas. Los futbolistas como sujetos sociales, a algunos se les olvida que son eso, marcaron posición. Me atrevería a decir que la mayoría a favor de las causas populares y muy pocos a favor del orden público y la policía como en el caso de Arturo Vidal que tuvo algunos dichos medio complejos. Marcelo Díaz, ese tremendo jugador de Racing, también estuvo un poco tibio. Pero el resto de los jugadores como Charles Aránguiz, Bravo, Alexis Sánchez y Gary Medel estuvieron muy claritos en apoyar las causas populares. El que ha vivido en Chile sabe la desigualdad que existe. Respecto al período de la dictadura se cruzan tres elementos. Primero el Colo-Colo del 73 que fue uno de los mejores planteles de la historia del fútbol chileno, llegó a la final de la Libertadores y por ejemplo fue el primer equipo chileno en ganar en tierras brasileras. Toda la campaña del Colo-Colo del 73 fue en el período de la Unidad Popular en los dos últimos años del gobierno de Allende. Se cuenta que Salvador cuando los visita y se reúnen antes de viajar a Brasil para enfrentar a Botafogo, les dice “sigan ganando que así el pueblo se mantiene unido”. Entonces en pleno año de boicot de la derecha con apoyo de Estados Unidos, donde el país estaba muy complejo, Colo-Colo unía a las clases populares, no solo simbólicamente sino que políticamente. Los obreros, los trabajadores asalariados se juntaban en el estadio. Ese Colo-Colo fue muy potente y ahí Carlos Caszely particularmente y el pollo Véliz eran dos figuras tremendas ligadas a la izquierda chilena. No marcaban la típica neutralidad del futbolista. Luego tenemos dentro de la selección chilena al partido de la vergüenza cuando jugamos contra la Unión Soviética sin la Unión Soviética porque se negaron a venir a jugar a un país en plena dictadura en un estadio que era centro de tortura. El Estadio Nacional tuvo en su interior más de 40 mil compañeros y compañeras detenidas. Ahí se juega ese partido simbólico que fue un show de la dictadura con la FIFA y la Federación chilena de ese tiempo. Quién hace el gol es Chamaco Valdés, otro gran jugador, que algunos lo critican por haber sido cómplice. Pero si investigamos su historia también se habla que logró defender y liberar a compañeros apresados por la dictadura. Por último el tercer elemento es el no saludo de Caszely a Pinochet antes de ir a Alemania 74.

Lo que se dice es que Pinochet no saludó uno por uno a todos los futbolistas sino que solo a las máximas estrellas de esa selección y por supuesto Caszely era uno de ellos. Entonces se cuenta que el delantero escuchaba las botas militares acercarse cuando le tocaba su turno y él se mantuvo ahí solemne pero con las manos atrás de la espalda. Las apretó para no soltarlas para saludarlo y frente a la molestia del tirano Caszely lo único que hizo es tender a cerrar los ojos un momento. Cuando los abrió, Pinochet ya había pasado.

– ¿Qué significó para Caszely ese no saludo desde el punto de vista político y en su carrera futbolística por ciertos problemas que se le hayan generado? ¿Viste similitudes entre ese  hecho y el no saludo, que finalmente se dio, pero que intentó ser esquivado, de Marcelo Bielsa a Sebastián Piñera?

-Sí, a mí me gusta hacer ese paralelo. Ojo que Bielsa en La Moneda de verdad no saluda a Piñera la primera vez, sí después en una segunda ocasión en el lugar de entrenamiento Juan Pinto Durán. Ya no le quedaba otra. La situación de Carlos Caszely es muy dura. Para quienes no lo conocen era el rey del metro cuadrado, típico delantero pequeño y habilidoso. Para que se hagan un ejemplo ustedes, un estilo Romario pero la mitad del Chapulín en goles y habilidad. Era un tremendo delantero, un 9 que parecía más un 11. En el momento del saludo jugaba en España no sé si en el Levante o el Espanyol porque en el Levante jugó entre el 73 y el 74 y en ese año es transferido al Espanyol. Entonces no sé en cuál de los dos clubes estaba específicamente cuando no se saluda con Pinochet. El contexto es que este lo invita al Diego Portales, que era un edificio institucional y hoy día es un museo y un centro cultural. ¿Por qué lo invita ahí y no a La Moneda? Porque La Moneda estaba en reparación por los propios bombardeos de Pinochet y ocupó como lugar de gobierno el edificio Diego Portales. Miren qué potente. Entonces va la delegación chilena y se dice que estaban todos muy nerviosos porque sabían que Caszely y Véliz tenían una marcada posición política. La razón por la que no saluda a Pinochet es la más dura y triste de todas. Caszely llega de España y encuentra a su madre que lo va a buscar al aeropuerto con una cara y una forma corporal completamente distinta y cambiada. Entonces el futbolista le pregunta si tuvo algún accidente, si se había caído, si le había pasado algo y ella le dice “no hijo, me torturaron”. Caszely le responde “mamá con eso no se juega, no me mientas”. Olga, la mamá le dijo “no te miento”, se abrió el pecho y le mostró los senos quemados con cigarrillos. Días posteriores a eso ocurre lo del encuentro en el Diego Portales. Lo que se dice es que Pinochet no saludó uno por uno a todos los futbolistas sino que solo a las máximas estrellas de esa selección y por supuesto Caszely era uno de ellos. Entonces se cuenta que el delantero escuchaba las botas militares acercarse cuando le tocaba su turno y él se mantuvo ahí solemne pero con las manos atrás de la espalda. Las apretó para no soltarlas para saludarlo y frente a la molestia del tirano Caszely lo único que hizo es tender a cerrar los ojos un momento. Cuando los abrió, Pinochet ya había pasado. Las repercusiones fueron múltiples. Para el disgusto de Pinochet la prensa lo publicó. De hecho tengo el titular y en una nota un periodista dice “miren cual deleznable es este jugador comunista que incluso fue capaz de negarle el saludo al presidente”. Respecto a la carrera de Caszely no sé qué tanto la truncó este episodio, sí lo hizo estar con resguardo permanente y en contra de los agentes de inteligencia del estado. Pero vale recordar que en se tiempo los futbolistas chilenos tampoco tenían carreras tan meteóricas por tanto él logró tener una muy interesante tanto en Colo-Colo como en España donde es recordado por sus goles y sus gambetas.

-Hablabas de Colo-Colo y tres años después del golpe de estado hubo una intervención militar-financiera en el club buscando un poco legitimar el nuevo orden que se estaba construyendo en base a fuerzas represivas. Pero el neoliberalismo en Chile conquistó distintos campos, en términos de Bourdieu, pero no el fútbol en ese momento porque esa experiencia de club-empresa en Colo-Colo duró dos años nada más. ¿Por qué crees que fracasó el neoliberalismo conservador en el fútbol siendo que en otros lados duró mucho más? Incluso en lo social porque cuando fue el plebiscito de 1988 que terminó con la dictadura de Pinochet, estaba bastante dividido el voto hasta que alcanzó visibilidad la campaña publicitaria por el NO.

-La dictadura a nosotros nos dejó cuatro legados. En lo cultural nos dejó un apagón de raíz, una cultura pop pésima, una cultura de la desinformación. A nivel político nos dejó un parlamentarismo duopolico donde solo dos fuerzas son representadas. En lo legal nos dejó la constitución fascista y neoliberal de Jaime Guzmán y a nivel social-emotivo nos dejó un tipo de ser humano temeroso, más tímido. Yo tengo muchos amigos argentinos, he ido a Argentina y cuando dicen que los chilenos somos a veces un poco más opacados también es por los 17 años de dictadura. Nosotros no solo somos un país frío y angosto sino que tuvimos 17 años de noche y por tanto es duro. Creo que eso convierte al chileno un poco más gris por algo no tenemos carnavales ni muchas cosas. Pero respecto lo que me planteas de las sociedades anónimas te haría un complemento con mucho respeto. Colo-Colo es intervenido desde la dictadura como un aparato cultural hegemónico, eso es real. De hecho se dice que las dos herramientas de la dictadura para el control de la población fue Colo-Colo y la pasta base, la droga más dura de las calles. La población, lo que aquí le decimos la pobla es a lo que ustedes le dicen la villa. Entonces era Colo-Colo y pasta base pa la villa. Efectivamente lo que hubo fue una intervención de hecho hay elementos que hacen saber que el Estadio Monumental fue financiado por la dictadura, otros dicen que fue por la venta de Hugo Rubio, gran jugador del Colo-Colo del 80. Lo que ocurre es que la forma de organización de los planteles en ese tiempo era a través de clubes sociales y deportivos que eran absolutamente coartados por gerentes burócratas y corruptos. Entonces eso efectivamente dura poco pero la superación de eso no es un modelo social y comunitario sino que uno aún más neoliberal que son las sociedades anónimas. En el fondo los clubes pasan de ser asociaciones sociales y deportivas que representaban solo a peces gordos a ser empresas pero no pasan a tener dominio de sus socios sino de accionistas. Es un modelo más ordenado pero aún profundamente neoliberal.

-¿Cómo está ahora el proceso del cambio de Constitución en Chile?

-Ustedes saben como hermanos argentinos lo que vivió Chile a partir del 18 de octubre del año pasado. Esta olla a presión del neoliberalismo sustentado por la concertación y la derecha, por Bachelet, Ricardo Lagos pero sobretodo por Piñera, no aguantaba más y estalló de una forma no orgánica. Sin un partido revolucionario, ni una plataforma sino desde el pueblo mismo, desde las calles, los territorios y desde el disgusto. Algo parecido al Argentinazo de ustedes del 2001, aquí sin corralito pero con una de las sociedades más desiguales del mundo, sin dudas. Donde los ricos son más ricos que en otros países y los pobres son más pobres. Y nos hacemos llamar los Jaguares de Latinoamérica y el modelo latinoamericano cuando es una farsa. Entonces explotó esta olla a presión por más tiempo de lo que habíamos pensado y eso nos dio esperanza de que se transformara en algo más grande. En plenas protestas sociales, el parlamentarismo acuerda un proceso plebiscitario para cambiar la constitución que era una de las demandas más importantes. Si tú me preguntas si era lo que queríamos en ese momento, te digo que no necesariamente porque queríamos seguir cambiándolo todo. Pero de alguna forma el poder institucional a través de ciertos representantes de la centro-izquierda entendieron que había que avanzar hacia una solución de un cambio constitucional que no era lo que el pueblo quería en ese momento sino que quería seguir manifestándose y forzar una asamblea constituyente popular y soberana. No este proceso más institucional, por decirlo así. Sin embargo se entendió con buenos ojos que si bien el poder lo ocupó como un corta fuego para las movilizaciones, lo vimos como una gran oportunidad de sacarnos el último legado de la dictadura. Por tanto no vamos a desaprovechar la oportunidad y vamos a votar el 25 de octubre. Ese día es el plebiscito de entrada para la constitución donde hay dos opciones: apruebo el cambio o lo rechazo. Además se vota la modalidad de ese cambio constitucional, si queremos que lo hagan solamente constituyentes populares, es decir ciudadanos electos, o una comisión mixta entre diputados, diputadas y ciudadanos. Entonces el pueblo movilizado está por el apruebo y por la comisión o convención constituyente de solo ciudadanos.

-Perfecto, queda bastante claro. Esperemos también que la próxima vez que hablemos obviamente estén en camino a una nueva constitución y a la salud y educación pública, otro de los históricos reclamos del pueblo hermano chileno. Rodolfo te mandamos un abrazo enorme y te leemos en Dr. Magrão en Facebook o Instagram en tus textos que cruzan cuestiones sociales con deporte desde una mirada muy interesante.

-Hermanos para mí fue un privilegio. La verdad que yo también los sigo. Fue una sorpresa encontrar a Lástima a Nadie, Maestro en las redes, los conocí navegando y fue un gusto. Tienen un sentido ético y estético muy interesante, sus notas, la forma en qué escriben y se relacionan, los podcasts. Son un referente para mí, se los digo en serio, me place mucho leerlos. Encima me gusta mucho la cultura argentina, el fútbol argentino, aguante la milanesa, el Che, el Flaco Spinetta y los sanguchitos de miga. Cuando quieran nos conectamos de nuevo, muy agradecido de conocerlos, a veces los veo en los vivos de Instagram así que un gusto compañeros.

Entrevista realizada en http://www.urbanaba.com.ar pueden escucharnos en vivo todos los jueves de 19 a 21.

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