Julio «El Gladiador» Ribas, técnico uruguayo de larga carrera, ascendió la semana pasada con Gibraltar. Sí, leyó bien, con Gibraltar. Un capítulo más para una carrera que tiene todos los condimentos de una gran película. Escribe Santiago Núñez.

Era 27 de Febrero de un 2006 en el que Uruguay no jugaría la Copa del Mundo. Era en Viareggio, lugar de nacimiento de Marcello Lippi, que ese año no solamente estaría presente en el Mundial de Alemania sino que además lo ganaría. En la costa norte de Toscana, sin embargo, un uruguayo y su grupo de pequeños charrúas estaba dispuesto a grabar su nombre para siempre. 

En aquella edición del 2006, Juventud Las Piedras (hoy en el puesto 3 de la Segunda División del Fútbol Uruguayo) se medía contra la poderosa Juventus, que reinaba en Italia, y tenía en el plantel a jugadores como Marchisio (mundialista en 2010 y 2014) y Giovinco (jugaría la Eurocopa 2012). El equipo uruguayo dirigido por “El Gladiador” (apodo que se autoimpuso) Julio Ribas no solamente dio pelea sino que ganó el partido por 1 a 0, con gol en el minuto 28 del ST de Sebastián  Ribas (hijo del DT, actual delantero de Central Córdoba de Santiago del Estero) que compartía dupla delantera con un tal Rodrigo Mora.

“Juventud es campeón del mundo”, titulaban los matutinos uruguayos, que no podían creer como los de Las Piedras habían domado como hicieron a los grandes de Italia. La respuesta, o al menos una parte de ella, estaba en El Gladiador, técnico dispuesto si los hay a cambiar la historia. Cuando le preguntaron por el gol de su hijo, respondió que estaba contento, pero que él tenía “26 hijos, que son los jugadores, así que estoy orgulloso de tener 26 hijos campeones del mundo”.

La carrera de Ribas está marcada por ese carácter insólito y enamoradizo de la rambla montevideana que hace grande lo que es chico, que baja la luna en una noche de tormenta o pinta el sol cuando hace frío. “Donde un técnico como el argentino Marcelo Bielsa ve un tablero de ajedrez lleno de estrategias por tramar, Ribas ve un campo de batalla. Él piensa que para ganar lo más importante es que sus ‘gladiadores’ estén convencidos de que son invencibles”, lo definió el periodista Leonardo Haberkorn en un perfil realizado en 2009 (que pueden ver aquí). Alguna vez, Ribas fue noticia porque hizo entrenar en el octavo piso de la Cárcel Central de Montevideo a los jugadores de su Peñarol que estaban detenidos luego de una pelea en el campo de juego del Estadio Centenario en un clásico contra Nacional en el Clausura 2000.

Así, el Gladiador es un tipo dispuesto a eso que parece extravagante e incluso imposible. Un día se fue como si nada a dirigir la selección de Omán y alguna otra vez al Cartagena de España, con un interregno en la Banda Oriental a la que siempre vuelve. Pero lo mejor estaba por venir.

En 2016, Julio Ribas porque es Julio Ribas agarró la dirección técnica de Lincoln, que no es la localidad de la Provincia de Buenos Aires sino uno de los equipos de la Liga de Gibraltar, pequeño país conocido por ese macizo rocoso llamado peñón. Allí, además de ganar una Supercopa, una Rock Cup y dos Premier League, el gladiador fue en busca de lo que no podía suceder. En la segunda ronda previa de la Champions League 2016-2017 (sí, esa en la que comenta Diego Latorre), el Lincoln le ganó el partido de ida al Celtic de Escocia (campeón de la edición 67) por 1 a 0 con un gol de Lee Casciaro. Es cierto, en la vuelta perdió y quedó eliminado, pero le ganó con un equipo chiquitísimo del peñón a un campeón de Europa, poderoso en el continente, en un partido histórico.

La pregunta es, ¿por qué esta semana recordamos al técnico uruguayo? Porque siguió dispuesto a dar que hablar hasta esta misma semana. Luego de su experiencia en el Lincoln, asumió el mando de la selección de fútbol de Gibraltar, reconocida por la FIFA como tal recién en 2016. De la mano de Ribas, en octubre del 2018 ganó su primer partido oficial contra Armenia. En sus primeros 16 partidos sólo consiguió dos victorias, pero en las difíciles es cuando las remontadas llegan.

En la Liga de las Naciones de Europa Gibraltar compartió el Grupo 2 de la Liga D (la cuarta y última) junto con Liechtenstein y San Marino. Con dos victorias y dos empates, el conjunto de Ribas ascendió a la C el último martes, luego de igualar en 1 contra Liechtenstein. Gibraltar nomá’. 

Según la planilla oficial, hay 27 jugadores de la selección de Gibraltar. Son 27 que pasaron a la historia del fútbol aunque no necesariamente el balompié se entere. Son 27 hijos de Ribas, el gladiador del Peñón.

PD: Muchas de las historias de Ribas que son utilizadas en este texto tienen como fuente principal y pueden ser profundizadas en el gran portal Que Vuelva La Celeste de Antes, de nuestro amigo Sebastián Chittadini, que invitamos a leer aquí.

Santiago Núñez

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