Los colores son eso que se lleva delante y detrás cuando la cancha explota y hay que dar la cara. Muchos y muchas lo llevan en la piel, en la ropa que usan, en las paredes de su casa, en el corazón. La moda nos impone nuevos colores para vender, sin justificación mientras que lo que está en venta es nuestra identidad. Algunos clubes argentinos ya lo sufren. Escribe Federico Cavalli.

En los 90 las camisetas de fútbol tuvieron un boom y empezó una moda de coleccionistas, confeccionistas, diseñadores y modelos inolvidables (por lo lindo y por lo feo). Entrados los 2000 se empezaron a usar colores que no eran tan habituales en las prendas con que los jugadores salían a la cancha, casi siempre en camisetas poco usadas y muchas veces con el trinomio de colores neutro: blanco-negro-gris.

Así fue que vimos a Boca estrenar su camiseta gris y azul por Copa Mercosur, a Racing salir de negro y celeste en el apertura 2000 contra River, a San Lorenzo de gris primero y después de amarillo y negro, emulando a un cuervo, a Lanús de azul, a Estudiantes de La Plata de gris y varios etcéteras más.

Cada color que se usaba venía con una mínima justificación. Algo que lo enlazaba al club, al pasado, algún modelo retro y hasta a situaciones particulares (como la camiseta naranja y negra de River, en homenaje a los goles del Beto con la pelota de ese color).

Pero hace unos años comenzó a volverse extraño el uso de colores en la ropa de los clubes. En algunos es completamente aleatorio, en otros se cuida el modelo titular y se prueba en la suplente (Barcelona y Real Madrid son un buen ejemplo) y en algunos, lentamente, van metiendo un color en cada cambio de equiparación.

Aclaremos: nadie se animaría a armarle una camiseta violeta a Racing o una casaca color coral a Lanús, pero de a poco se van metiendo en los clubes. Por suerte, en Argentina, somos bastantes tradicionalistas y los hinchas demuestran su enojo al aparecer estas cosas, pero mientras las ventas den el número necesario…

Pasemos a algunos ejemplos que se dan en el fútbol cotidiano.

LANÚS

El club del sur siempre se vistió de granate y utilizó el blanco para su camiseta suplente. Más allá de algún formato distinto a lo largo del tiempo (blanca con franja granate en el medio), esos fueron sus colores. En el año 1998, la empresa española Kelme le confeccionó una casaca azul, con destellos granates y blancos. Fue ahí que ese color se sumó a la vida del club.

A partir de ahí, varios modelos suplentes y alternativos llevaron el azul como color principal, así como la ropa de entrenamiento y la moda de ropa casual que cualquiera puede comprar para ir a la cancha o tomar unos mates en la vereda.

Para la temporada 18-19 la marca Peak le confeccionó una camiseta titular con mínimos detalles coral o flúor, y luego salió la alternativa: azul con detalles granates y le agregó unas franjas naranjas. O más bien coral. O algo así. Lo que es seguro que ese color nunca estuvo en los planes del granate.

Y para peor, la marca lanzó ropa de entrenamiento y de salir con ese coral más el escudo del grana. La moda le gana a la identidad y vestirse de Lanús ya no solo es ser granate sino que puede ser un coral.

SAN LORENZO

Durante mucho tiempo San Lorenzo solo tuvo combinaciones bien claras para sus camisetas: azulgrana para su titular y blanco para la suplente. Detalles al margen, ese era el esquema. En el año 2000, con la llegada de Signia, la paleta se empezó a abrir. Así fue que el Ciclón se vistió de gris, de negro con amarillo (como un cuervo), y más acá en el tiempo, de dorado.

Pero en 1996, Umbro le entregó al club una camiseta alternativa color azul Francia, que levemente parecía celeste. El detalle que hace preciosa a esa prenda es la marca de agua del Viejo Gasómetro en la parte baja del frente y en la espalda. Hacía solo tres años que se había estrenado el nuevo estadio y la imagen se podía traducir en un “no me olviden”.

El club de Boedo no llegó a usar de forma oficial la casaca y hoy cotiza nueve lucas en Mercado Libre, hermoso negocio para quien la compró por aquellos años. Pero hace un tiempo atrás, cuando Nike desembarcó en SanLoré, a la ropa de entrenamiento le comenzó a agregar algunos detalles celestes (finas tiras en mangas y pantalones). Con el tiempo lanzó remeras para entrenar totalmente celeste y hace un tiempo que hay ropa de salida con ese color. ¿Será en homenaje a esa camiseta o capricho de los diseñadores?

RACING

De todos los colores que puede tener la camiseta suplente de Racing nunca nadie pensaría en el violeta. Azul fuerte, celeste, celeste con azul, negro y celeste, azul y blanco, azul Francia, celeste tirando a turquesa y alguna variante más. Pero nunca jamás violeta.

Es verdad que es un color que varios arqueros utilizaron. Por el 2000, el Gato Sessa tenía un buzo de la marca de las tres tiras de ese color; Chino Saja, unos 10 años más tarde, también defendió el arco de Racing con una prenda violeta, pero con negro; y Gabriel Arias tuvo una equiparación que llevaba a ese color.

Pero es irrisorio que la ropa de entrenamiento y de salir lleve el violeta, en total desconexión con los colores que la entidad de Avellaneda suele usar. No hay justificación alguna. Claramente es un color anexado.

CENTRAL

En Rosario la pica es de los rojos y negros contra los de azul y amarillo. Los postes de luz de la ciudad están pintados de esos colores, las paredes de las calles de los barrios, las barandas de las escaleras públicas, todo lo que se pueda pintar.

Hay un Gigante en Arroyito que es azul y amarillo. Existe una historia tras esos colores. Y para la camiseta suplente no han usado muchas combinaciones distintas. Se aplica el blanco y se lo mezcla con el azul o el amarillo. O los tres. Y ahí se acaba. Ni siquiera han caído en la moda de tener una camiseta negra.

La marca de la pipa se encargó, no hace mucho tiempo atrás, de romper con eso. Si bien le armó camisetas acorde a la historia, en las prendas de entrenamiento y salida le agregó color verde. Si bien es el color de la vestimenta del arquero, parece extraño cómo apareció de golpe en la vida del canalla. La siguiente marca usó el celeste, al menos se puede decir que es un derivado del azul.

Quizás no tenga explicación. O quizás solo sea eso, una leve cercanía, para que Central sea verde o celeste. Lejos de lo que tiene que ser, lejos de cómo los hinchas quieren que sea.

BOCA

La marca de la pipa revolucionó la imagen y los colores de Boca desde su primera casaca en 1996, aquella que a Diego no le gustaba por las rayas blancas que se sumaban a la franja de oro del club. A partir de ahí pasó de todo: estilo americano, franja amarilla más grande, suplente azul y blanca, gris en combinación con el azul y hasta una camiseta casi negra con amarillo, pasando por varios modelos veraniegos, como el violeta.

Pero hace unos años empezó con el flúor. Lo llevó al extremo la última temporada de la marca, donde le entregó al club una tercera camiseta completamente amarillo fluor, tirando a verde. Hermosa para un arquero, el primer equipo nunca la usó.

De ahí se desprendieron camperas, detalles en la ropa de entrenamiento, pantalones, buzos, todo una maquinaria puesta en un color que no tiene nada que ver con el club. Algunxs hasta se animan a decir que tiene que ver con el día que descendió River y los chalecos de seguridad que protegían a los jugadores. Todo puede ser.

EL CASO RIVER

 En 2018 River se vestía de violeta muy seguido. Incluso sus jugadores llegaban a la concentración con ropa de ese color y los hinchas compraron chombas y camperas con ese tono. La semifinal del mundial de clubes la jugaron con la camiseta violeta (cayeron en penales con Al-Ain).

Pero hace años que está justificada: algunos dicen que fue un regalo de la gente de Morón y otros que fue un capricho de Labruna, cabulero al mango. Flojo convencimiento pero ahí está. Lo mismo con el naranja, por la pelota con que el Beto Alonso hizo los goles en la Bombonera aquella tarde de 1986 cuando River dio la vuelta.

También ocurre con el granate, que proviene de un homenaje a los jugadores del Torino fallecidos en la tragedia de Superga, el 4 de mayo de 1949. Todos los colores tienen un justificativo. Si bien River es rojo y blanco, con la franja cruzando el pecho, los colores que utilizan tienen de donde salir.

MENSAJE A LA COMUNIDAD FUTBOLERA

Hincha de fútbol, pensalo: cualquier prenda que no tenga el color de tu club, es una tocada de culo. Y con la plata que podes gastar ahí, pagas una o dos cuotas de socio. Sin dudar, seamos hinchas de los colores, que son los que nos dan la identidad. 

Federico Cavalli

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