Un futbolista de muy baja estatura y de perfil también bajo, que dentro de la cancha se convertía en conductor de su equipo, tarea que desplegaba a viva voz, hablando permanentemente con sus compañeros y también con los rivales. Su apodo, La Radio, en pleno auge de la Spika portátil, lo pinta de cuerpo entero. Se fue de este mundo el 7 de mayo último a los 86 años. Escribe Marcelo Calvente.
Martín Esteban Pando debutó en la primera de Platense en 1955 y defendió la casaca Calamar hasta 1957. En el 58 se incorporó a Argentinos Juniors, que tras 18 años de ausencia, había regresado a Primera en 1956. Pando formó parte del primer gran equipo del club de La Paternal en la era profesional, famoso por su notable delantera -Canseco, Pando, Carceo, Hugo González y Sciarra- que obtuvo el tercer puesto del campeonato de Primera de 1960 y el mote de Bichitos Colorados que lleva hasta hoy.

Durante ese año, Pando jugó cinco partidos en la selección, convirtiendo un gol frente a Ecuador en la victoria argentina por 5 a 0 por las eliminatorias para el Mundial de Chile. En 1961 participó de la gira europea de cinco partidos por Portugal, España, Italia, Checoslovaquia y la Unión Soviética, jugando todos los encuentros y marcando un gol en la victoria ante Portugal. Aquel equipo argentino formaba con Roma; Simeone y Ramos Delgado; Vidal, el Nene Guidi y Sacchi; Corbatta, Pando, Rubén Sosa, Sanfilippo y Alberto González. En aquel año 61 tuvo 7 presencias internacionales.
En 1962, Martín Pando cumplió el sueño de todo jugador de equipo chico: River compró su pase. Durante junio de ese año integró el plantel argentino que participó del Mundial de Chile, siendo suplente en los tres primeros partidos y titular y capitán en la despedida, el 6 de junio en Rancagua, en el empate en cero ante Hungría donde Argentina quedó eliminada. En total, Pando jugó 13 partidos con la celeste y blanca.

Hasta diciembre de 1964, el Petiso brilló en River, siendo titular en un equipo repleto de grandes figuras, como Amadeo Carrizo, Ramos Delgado, José Varacka, Vladislao Cap, Delem, Ermindo Onega, Luis Artime y Pinino Más. A los 30 años, tras 56 partidos y seis goles convertidos para River, Martín Pando se transformó en el gran refuerzo de Lanús de 1965, que volvía a Primera tras ganar el ascenso del año anterior con el fútbol de Los Albañiles, Silva y Acosta, con Iglesias, Parenti y De Mario como escoltas, y su antiguo compañero de la Selección, un ya veterano Héctor Guidi, luciendo la cinta de capitán.
Para los memoriosos del fútbol, durante su paso por Lanús se vio lo mejor de la carrera deportiva de Martín Pando. Más sabio y experimentado, fue el estratega de aquel inolvidable elenco Granate que desparramó su juego de ataque por todos los escenarios del país, con una delantera que sale de memoria: Minitti, Pando, Manolo Silva, Acosta y De Mario. Martín ordenaba, metía la pausa y habilitaba a los delanteros con su pase de máxima precisión.

El recordado Ramón Cabrero, que con la llegada de La Radio debió esperar su turno durante dos años, solía decir: “Pando fue un futbolista espectacular. Acá vino a terminar su carrera, pero fue uno de los jugadores de los que más aprendí. Jugar hace 50 años era más difícil, porque los buenos nunca se iban. Cuando me preguntan por él yo siempre respondo lo mismo: si vos medís 1,60 y jugaste tantos partidos en River y en la Selección Argentina es porque sos bueno de verdad. El wing derecho de Los Albañiles era Minitti, un jugador rápido aunque muy limitado. Su mejor momento fue cuando lo tuvo a Pando unos metros detrás de él, que lo ponía cara a cara con el arquero tres o cuatro veces por partido. Con sus habilitaciones, Martín hizo que lo compre River y que lo convoquen a la Selección. Pando era un crack, jugaba con la cabeza levantada, mirando todo y ordenando a los compañeros permanentemente. Yo era más gambeteador, éramos muy distintos, pero no tengan dudas que el mejor era él”.
Martín Esteban Pando se retiró jugando para Lanús al finalizar el año 1967, tras defender la Granate en 77 oportunidades y marcar cinco goles. Entre 1973 y 1991 regresó a River, donde ejerció su rol de docente en diferentes categorías juveniles. Entre otros tuvo a un joven Marcelo Gallardo que en 2019 tras verlo después de muchos años declaró: “Siempre recuerdo a Martín Pando. No lo tuve mucho tiempo, pero fue un buen rato, suficiente como para hoy, que soy grande, entender lo que es un formador, lo que es ser un maestro”.


Pando había nacido en la Capital Federal el 26 de diciembre de 1934. El 7 de mayo de 2021 su voz se apagó para siempre, pero su recuerdo seguirá vivo en la memoria colectiva del club Lanús, donde según dicen los que saben, entregó lo mejor de su gran repertorio futbolístico.
Marcelo Calvente
Twitter: @marcelocalvente
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Un gran jugador. Hermoso homenaje
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