Debutantes que la rompen contra todos los pronósticos, un técnico que dirige a su equipo desde una clínica, un arquero que se salva de quedar libre por su actuación, un volante central desgarrado ataja un partido entero, chicos que dejan todo hasta lesionarse y los pibes que jugaron dos partidos en 36 horas. Escribe Lucas Jiménez.

En octubre del 2020 pandémico el fútbol europeo preanunció muchas de las cosas que podían pasar por estos lares. Cuando los equipos argentinos que disputaban copas continentales recién llevaban dos semanas de competencia post parate, en el fútbol italiano no se jugó un partido por tres casos de coronavirus en el Nápoli. El encuentro no se suspendió sino que desde la Hacienda Sanitaria Local (ASL) no les permitieron tomar el avión rumbo a Turín para enfrentar a la Juventus. La Serie A pedía jugar el partido porque el reglamento establecía que si contaba con 13 futbolistas disponibles se podía presentar y además no contaban con más de 10 casos de Covid para suspender el encuentro. Por ejemplo al Genoa le suspendieron un partido cuando tuvo 14 casos en septiembre.

La Juventus redobló la apuesta publicando la lista de jugadores concentrados cuando su rival estaba aislado en Nápoli y se presentó a jugar el partido al día siguiente. La Serie A le dio los 3 puntos a la Vecchia Signora y le descontó un punto al Nápoli por no presentarse. Pero el partido siguió en los escritorios y en diciembre la Fiscalía General de Deportes determinó que el partido debía jugarse porque lo que hizo el Nápoli «no fue una elección, sino una obligación”. También estableció quitarle y devolverle a cada club los puntos por el partido no jugado. En febrero del 2021 la Serie A aprendió del caso Napoli y suspendió dos partidos del Torino que contaba con siete casos positivos de la variante inglesa del Covid.

“Los clubes no podrán solicitar la suspensión de partidos por cuestiones vinculadas a la pandemia (Covid 19), salvo que las autoridades gubernamentales impidan la realización del mismo”.

Acá en la Argentina hubo que esperar a marzo para el primer brote de contagios en un plantel. Sarmiento de Junín venía de perder 6 a 0 contra Independiente en Avellaneda cuando empezaron a saltar los positivos de 11 futbolistas y su entrenador Mario Sciaqua. La dirigencia pidió suspender el próximo partido contra Defensa y Justicia pero desde la Liga Profesional la respuesta reglamentaria fue tajante: “los clubes no podrán solicitar la suspensión de partidos por cuestiones vinculadas a la pandemia (Covid 19), salvo que las autoridades gubernamentales impidan la realización del mismo”.

Entonces Sarmiento tuvo que jugar como local contra el Halcón. El sector de la cancha del equipo titular que más bajas sufrió fue la defensa ya que no podía contar con el arquero Manuel Vicentini, el lateral derecho Yamil Garnier, el central Nicolás Bazzana y el lateral izquierdo Lautaro Montoya. Entonces ingresaron dos chicos de las inferiores. El lateral derecho fue Martín García de 22 años que ya había reemplazado al capitán Garnier en los últimos partidos de la Primera Nacional donde lograron el ascenso. Fue titular en la final contra Estudiantes de Río Cuarto. “Cuando termino, me arrodillé y lloré”, contó en Diario Actualidad. De central derecho debutó Brian Salvareschi de 21 años, también con un colchoncito de partidos en la B con la camiseta del Verde.

Los árbitros y los jugadores de Sarmiento salieron con barbijo a la cancha y solo se lo sacaron cuando se acomodaron para iniciar el partido. El Verde dio la sorpresa ganándole 3 a 1 al campeón de la Copa Sudamericana con dos goles del 9 Jonathan Torres. Los dos defensores ingresados terminaron amonestados pero se ganaron jugar el partido siguiente. García y Salvareschi terminarían el torneo jugando muchos encuentros de titular. El central recibió una oferta para irse a jugar al fútbol ucraniano.

Sarmiento después de ganarle a Defensa visitaba al invicto Unión en Santa Fe. Otra vez el equipo salió a la cancha con barbijo por precaución y para concientizar. El entrenador volvió a ser el ayudante de campo Facundo Besada que durante el partido recibía indicaciones vía celular del entrenador principal Mario Sciaqua desde la clínica, donde también había algunos jugadores internados pasándola mal con la enfermedad. Sus compañeros sacaron un heroico empate 0 a 0. El arquero Facundo Ferraro exageró una lesión los últimos minutos para hacer tiempo y recibió el reto del árbitro Nicolás Lamolina a lo que le respondió “pará que tenemos 16 contagiados”. Tras el partido Torres le dedicó el empate a sus compañeros internados.

El arquero Facundo Ferraro exageró una lesión los últimos minutos para hacer tiempo y recibió el reto del árbitro Nicolás Lamolina a lo que le respondió “pará que tenemos 16 contagiados”

A una semana de que Sarmiento saque 4 puntos de 6 sin su técnico y un equipo entero de contagiados otros dos equipos del fútbol argentino sufrieron brotes de Covid. Gimnasia de La Plata tuvo en principio 12 casos y después de jugar un partido saltaron 4 más. Banfield tuvo 15 casos que luego se ampliaron a 20.

El lobo a diferencia de Sarmiento perdió los dos partidos que jugó en estas condiciones y recibió 8 goles pero al igual que el Verde tuvo que hacer debutar jugadores abajo. El arquero Tomás Durso de 22 años y el primer central Gustavo Areco de 20. Además fue titular Ignacio Miramon de 17 años que ya venía yendo al banco en algunos partidos y Matías Miranda de 20 años, un volante zurdo habilidoso, promesa de las inferiores del Lobo que ya tenía partidos en Primera, algunos como titular.

El primer partido con muchas bajas fue 2-4 contra Lanús. Con el partido 0-1 Miranda se dispuso a tirar un córner de la derecha y cuando todo el mundo esperaba la pelota en el área la puso justo afuera de la misma donde estaba solo Lucas Licht que metió un zurdazo hermoso para el empate transitorio. A los dos días del partido Miranda también dio positivo y no jugó en el 1-4 contra Patronato. Hoy en día el joven volante es titular en Gimnasia y el pasado fin de semana fue elegido la figura del partido en el empate contra Racing en el Cilindro de Avellaneda.

A Banfield le explotaron los casos después del partido con Vélez en San Juan que lo clasificó a la Sudamericana 2022. Tuvo que jugar contra Estudiantes como local con 3 debutantes. El lateral derecho de 17 años Ramiro Di Luciano y los volantes de 19 Ignacio Rodríguez y Matías González. El primer tiempo sufrieron con el equipo titular pincha que se fue al descanso ganando cómodo 2 a 0. Lucas Rodríguez y Sánchez Miño por la izquierda se imponían ante el tándem juvenil del Taladro.

El complemento seguía en la misma tónica hasta que Ramiro Enrique de 19 años, que venía siendo variante para ingresar en los segundos tiempos, generó una falta lejos pero de frente al área. González acomodó la pelota y la puso en la cabeza de Lollo. A los dos minutos en otro tiro libre hizo lo mismo para el empate del mismo Enrique. Lo que quedó del partido los pibes se soltaron y jugaron con libertad como si estarían disputando un partido de Reserva. Fue 2-2 que puso ser 3-2 si el árbitro Diego Abal cobraba un claro penal a Agustín Urzi en la última jugada del partido.

Para la fecha siguiente contra Central en Rosario saltaron más casos positivos y Banfield solo tenía 8 profesionales para jugar. Atajó Gino Santilli de 19 años, sexto arquero del plantel antes que empiece la temporada y algunos se vayan a préstamo. Abajo debutaron Abel Amaya con 18 años y Aarón Quirós con 19. Banfield se puso en ventaja heroicamente con un gol de cabeza de Julián Eseiza de 19 que había debutado el partido anterior. Originalmente delantero jugó como lateral/volante por izquierda en un 5-3-2.  En el festejo del gol no podía parar las lágrimas, trataba de hundir su cabeza en el pasto o taparse la cara con las manos para viajar mentalmente al lugar donde estaban las personas a las que quería dedicarle su primer gol en Primera.

En el primer tiempo Banfield estaba para meter el segundo gol y el lateral Di Luciano que volvió a ser titular rengueaba por un golpe. Hincha del Taladro como toda su familia no quiso salir de la cancha pese a los constantes gritos de su entrenador Sanguinetti para que salga. Hizo una trepada en ofensiva a pura gambeta que casi termina en gol. Solo fue reemplazado en el segundo tiempo cuando ya Central había dado vuelta el partido 3-1. Después de ese encuentro volvió a Reserva con la tranquilidad de haber cumplido y esperando su próxima chance en Primera. Pese a la victoria canalla la transmisión eligió como la figura del partido a Julián Eseiza en representación del esfuerzo que hizo el equipo plagado de pibes. «Nos vamos satisfechos con la oportunidad que nos da el Archu Sanguinetti», dijo a cámara el número 46.

Los casos de Sarmiento, Banfield y Gimnasia volvieron a ser recordados cuando el que sufrió lo mismo fue River antes del superclásico con Boca en los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional. Sin 15 jugadores el principal problema lo tuvo en el arco donde tuvo que debutar Alan Díaz de 21 años que era el arquero suplente de la Reserva y no tenía contrato profesional firmado. Atajó 3 pelotas fundamentales en la Bombonera para mantener a su equipo en partido antes del empate de Julián Álvarez. También atajó un penal en la tanda de penales aunque no alcanzó para lograr la clasificación. Este Boca-River se jugó a mediados de mayo. A fines de junio Díaz quedaba libre. Por su actuación en este partido el 18 de junio firmó su primer contrato profesional.

Como pasó con Gimnasia y Banfield, a River también le aumentaron los casos después del primer partido y a los pocos días tuvo que jugar contra Independiente Santa Fe de Colombia por Copa Libertadores sin suplentes, con Enzo Pérez de arquero y con los debuts del defensor Tomás Lecanda de 19 años y del volante central Felipe Peña de 18. Los dos aportaron lo suyo en una victoria heroica de River con goles de Angileri y Julián Álvarez. El delantero de 21 años gracias a estos dos partidos con bajas donde se hizo cargo de la delantera de River se metió en la lista de la selección argentina para jugar las Eliminatorias y después de buenos minutos contra Chile también estuvo entre los 28 convocados para jugar y ganar la Copa América, donde ingresó en el partido contra Bolivia.

Cuando creímos que lo habíamos visto todo llegó el caso Boca. Con su plantel profesional aislado, por orden del Ministerio de Saludo de la Nación, tras haber roto la burbuja en Brasil, luego de la eliminación por Copa Libertadores contra Atlético Mineiro, tuvo que jugar el sábado contra Banfield con su equipo de Reserva. A esos jugadores los habían hecho jugar el viernes a la mañana para ponerle presión a la Liga Profesional. El objetivo era que suspendieran el partido o lo dejaran disputarlo con sus titulares.

El desmanejo terminó con que el equipo dirigido por Sebastián Battaglia repitió el sábado 10 de 11 de los que habían vencido por 3 a 1 a la Reserva de Banfield el día anterior. De esos 10 solo Valentín Barco había debutado en Primera la fecha pasada ante Unión. El otro con un partido contra Patronato el torneo anterior era Ezequiel Fernández que no jugó en su categoría por estar lesionado pero pidió ser infiltrado para jugar el sábado. Entendible desde el lado del sueño del pibe y el compromiso con el club. Discutible del lado dirigencial. Si proponen no exponer a los pibes no es el mejor ejemplo pincharle el tobillo a un chico de 18 años para jugar la segunda fecha de un torneo.

En lo concreto del partido los pibes de Boca se plantaron con autoridad y generaron las chances para ganarle a Banfield. Equi Fernández copó el medio y según @DataRef_ terminó siendo el jugador con más pases completados, más faltas recibidas y más duelos ganados en el partido y eso que fue reemplazado a 15 minutos del final. Fernández llegó al club en el 2012 captado desde «La Masía argentina» como Alan Varela. El zurdo jugó el mundial sub 17 de 2019 con Pablo Aimar como técnico.

El otro destacado en Boca fue el lateral izquierdo Valentín Barco que el viernes, además de jugar en Reserva contra Banfield, cumplió los 17 años. Mucha técnica para llevar la pelota, rápido para cerrar en los cruces, encargado de las pelotas paradas, atrevido para tirar caños e inteligente para encontrar a Israel Escalante con un pase perfecto a la espalda del lateral derecho de Banfield Coronel.

La tercera figura de Boca, en el orden que quieras, fue Vicente Taborda. Tiene 20 años y es oriundo de Gualeguay, Entre Ríos. Arrancó de enganche en inferiores, después fue 9 y en la Reserva suele jugar por los costados. El viernes le metió dos goles al Banfield de Reserva y el sábado el equipo titular del Taladro no lo pudo parar. Le puso un pase gol en el segundo tiempo a Erik Bodencer que solo no fue por la gran atajada de Facundo Altamirano.

Todos los jugadores sustituidos en Boca fueron por lesión. Aunque ninguno quería salir. Fernández y Escalante estiraron el cambio unos minutos y Barco hacía señas al banco de que esperen mientras tenía una pierna en alto estirada y acalambrada. Los últimos minutos ya no daban más. Aguantaron el cero como pudieron. Battaglia ya había agotado las tres ventanas de cambios y el capitán Eros Mancuso estaba agotado. Había córner para Banfield y el pibe de 22 años estaba en cuclillas en la línea yendo de arriba hacia abajo para aguantar el dolor. El centro terminó en falta en ataque. El árbitro Pablo Echavarría pitó el final. Desde los palcos grandes referentes de la historia del club aplaudían con orgullo. Como Sarmiento en dos fechas en pleno brote, los pibes de Boca en dos días sacaron 4 puntos de 6.

Lucas Jiménez

Twitter: @lucasjimenez88

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