Hoy cumple 34 años Milton Casco. La historia de un lateral que marcó una época en el River de Gallardo después de explotar en el Newell´s de Martino. Pero sus inicios en el fútbol fueron complicados. Escribe Gonzalo Bressan Otegui.
A los trece años Milton Casco jugó en las inferiores de Unión de Santa Fe. No llegó al mes y se volvió a María Grande, Paraná, Entre Ríos. Extrañaba demasiado las cotidianeidades de su pueblo. Estar con su familia, las juntadas con sus amigos y las costumbres diarias. Tres años más tarde, cuando parecía que la posibilidad de jugar en primera se había esfumado, quedó en Gimnasia y Esgrima La Plata. Hasta ese momento Milton venía siendo delantero, extremo o volante por afuera.
Leonardo Madelón, técnico del primer equipo, lo convocó para que se sume al plantel. Notó en él cualidades como lateral derecho. ‘’Me vieron con salida’’, dijo Casco sobre su cambio de posición y contó que también trabajaron en su marca, una propiedad de los equipos del entrenador. El marcador de punta derecha jugó más de 70 partidos en cuatro años, pero siempre alternando.

Como suplente lo conoció, y se asombró de su actualidad, Gerardo Martino, quien sin dudarlo lo pidió para Newell’s. El Tata armó uno de los equipos más emblemáticos de los últimos años del futbol argentino. Con el descenso acechando, pero con la mirada puesta en revolucionar las canchas nacionales, sus dirigidos fueron protagonistas de la Libertadores, pero antes habían logrado el torneo local. Ex futbolistas del club, quienes habían triunfado en Europa y en la Selección, arribaron al nuevo proyecto. Faltaban los laterales, quienes llegaron en la misma semana. Marcos Cáceres, proveniente de Racing, y Casco. El paraguayo se quedó con el lateral derecho, y el entrerriano, por análisis de Martino, con el izquierdo.
“Mi viejo –dice Milton- me hacia pegarle todo el tiempo con la zurda’’. Su padre había jugado en la Liga de Paraná, y le inculcó que trabaje la pierna inhábil. ‘’Me gustaba la postura de los zurdos, por eso me puse a practicar, para imitarlos’’, amplía sobre su evolución. Milton se veía beneficiado tanto en defensa como en ataque. Los cierres, en su costado, terminaban siendo una comodidad. Y en lo ofensivo podía manejar ambos perfiles, la izquierda en los centros y la derecha para enganchar y rematar al arco. De esa forma hizo 9 goles en el conjunto rosarino, tres con la zurda, seis con la otra.

Su velocidad para pasar al ataque y regresar, su salto para defender pelotas aéreas y ganarle en las alturas a delanteros más altos que él, sus cierres defensivos, su agresividad en la marca y su llegada al gol, hicieron que Marcelo Bielsa, director técnico de Olympique de Marsella, pida su fichaje. ‘’El pase estaba casi listo’’, dijo Casco luego de la renuncia del argentino al club francés. Bielsa renunció y el pase de cayó. Pero otro Marcelo se cruzaría en su carrera. River y Boca lo querían, pero Gallardo fue más fuerte.
El Muñeco se quedó con uno de los mejores laterales del país, y lo enriquecería. Si bien participaba, en ocasiones, del juego interno de Newell’s, Milton era más un jugador por afuera, o de finalización por adentro. Pero el entrenador de River provocó un giro en su carrera. Encantado con el modelo Guardiola, le solicitó al jugador que, circunstancialmente, tome el centro del campo. El español, que por entonces dirigía al Bayern Múnich, comenzó a pedirles a sus laterales que jueguen cerca del círculo central. Esto es favorable para sumar opciones de pases en el circuito, y cuando se pierde la pelota en ataque la recuperación sea instantánea. ‘’Gallardo me pide que me cierre como doble cinco”, ha declarado Milton.

Casco no tuvo el mejor comienzo en Núñez, pero este coincidió con el momento más inestable de la era Gallardo. Jugadores que dejaban el club luego de una Sudamericana y una Libertadores. Pero el 2018 lo encontró con la titularidad, y de a poco no solo se transformó en uno de los más destacados del país en su puesto, también en uno de los jugadores más completos. Los cierres frente a Independiente, en la ida, en la Libertadores 2018, luego de la atajada de Franco Armani a Emmanuel Gigliotti, y de local, previo al gol de Ignacio Scocco. Los quites, el cambio de ritmo y gestación del entrerriano se vieron en montones de goles de River.
Milton es un jugador sin declaraciones estridentes, que trabaja desde chico para mejorarse. Que tuvo como entrenadores a Martino y a Gallardo, que lo potenciaron. El primero lo consagró como un gran lateral, el segundo como un gran jugador. En Madrid, frente a Boca, previo al gol de Juan Fernando Quintero, Casco se movió en tres cuartos de cancha, en el centro, como un mediocampista creador. Lejos quedó el comienzo, cuando no pudo ser el cuatro de Gimnasia. Ahora juega en River, y por todas partes.
Gonzalo Bressan Otegui
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