Este sábado 2 de julio, desde las 19, el periodista y escritor Santiago Garat presentará su segundo libro Nos espera el mar, en el Restobar Vilita, ubicado en avenida Belgrano 3088, en Sarandí, Avellaneda. Les dejamos tres cuentos para que vayan leyendo.
LA ESQUINA
Es noche de jueves, llueve, y el viento se va.
Pega un portazo, sacude las cortinas, dobla en la esquina y se va.
La lluvia te inunda los ojos, lava las heridas, baldea las palabras que te empecinás en callar.
La luna, celosa, te encandila, te eclipsa, se esconde en una nube y se ríe de atrás.
El cielo se cae, rebota en el piso, trepa por los edificios y se pone a llorar.
Y el barrio se despierta cuando los perros empiezan a ladrar.

TRES DEDOS
Marcio Ladislao Vladimir Washington Fonseca nació un febrero de carnaval en los suburbios del sur de Montevideo.
Salió del vientre materno, entre matanza y batucadas, y del escroto paterno heredó el termo bajo el brazo, los cuplés, la retirada y el vo’.
La primera vez que vio una pelota se sentó arriba. Después se paró, la miró fijo y la chutó.
Caminó descalzo por los empedrados y conoció a la luna mucho antes que al sol.
Leyó la leyenda del Negro Jefe y se juró piel celeste y un grito de campeón.
Un día se calzó unos botines gastados, se ató los cordones a la altura de los tobillos y le dijo a la vieja: “Me voy”.
Marcio Ladislao Vladimir Washington Fonseca nació sin pulgar y sin índice en el pie izquierdo y cuando había un tiro libre a favor, Gardel se aclaraba la garganta y empezaba a cantar el gol.
LA VALE
Anoche me enojé mucho con la Vale, mi prima, la del medio del lado de mi tía Gabi. Estábamos en casa, jugando con unas muñecas, haciéndoles ropita, peinados, zapatos. Mirando de reojo qué hacían las otras, envidiando, copiando, tratando de que la nuestra fuera la mejor.
La Vale, que siempre pero siempre compite conmigo, mostró la trenza cosida que le había hecho a la suya y el vestido que había improvisado con una servilleta roja y Mariela, súper chupaculo de su hermana, pegó tres saltitos histéricos y la abrazó. Yo me mordí el labio tan fuerte que pensé que me sangraba, pero el dedo limpio me confirmó que no.
Cuando mostré la mía, con dos colitas, me curtieron tanto que rompí en llanto. Salí corriendo a mi pieza y tardé varias horas en poderme dormir.
Me levanté a eso de las 11, tomé el mate cocido a las apuradas y salí al barrio. El día se me pasó volando, a la tardecita me hice las dos colitas y me fui a hacer lo que tenía que hacer.
Repartí estampitas en las mesas del bar Blanco, donde ligué dos triangulitos de un Carlito de pollo además de los 25 pesos que junté, y en Via Apia fueron 40 y una porción de pizza que chorreaba queso todavía calentito. Crucé y dejé unas cuantas más en el pool Sinatra.
Cuando volví a levantarlas, mirando las papas fritas y los pedazos de hamburguesas que quedaban en los platos, un viejo desagradable, de bigotes transpirados y camisa a cuadros, me estiró un violeta de 100, me acarició la mano y me dijo: “En el departamento te puedo dar más, mucho más”. Yo salí corriendo y llorando a casa a decirle a la Vale que la quiero mucho y que su muñeca es la más linda del mundo mundial.

Santiago Ernesto Garat nació el 29 de abril de 1974 en Rosario. En 1998 obtuvo el título de Periodista Deportivo en el Instituto Superior de Educación Física (ISEF) N° 11 “Abanderado Mariano Grandoli”, pero ya desde 1996 se venía desempeñando en dicha actividad en distintos medios de la ciudad. Es integrante de la Cooperativa La Masa desde su fundación, y tiene a su cargo la edición del periódico El Eslabón.
En 2012 corrigió Texto constitucional, proyecto hegemónico y realidad histórica, libro que recopila los textos que su padre, Eduardo Héctor Garat, alcanzó a tipear antes de ser secuestrado en abril de 1978, víctima del terrorismo de Estado, y en el que el abogado –que hasta el día de hoy permanece desaparecido– analiza profundamente la Constitución del 49.
Nos espera el mar es su segundo libro.
Los textos reunidos en este nuevo libro de Garat –integrante de la Cooperativa La Masa y la agrupación Hijos Rosario–, al igual que en El sol era la pelota, están atravesados por el fútbol, el barrio, los afectos y causas como derechos humanos y género. Editado por la Cooperativa La Masa, la ilustración de tapa es de Tomás D’Espósito (El Tomi), el prólogo de Pablo Bilsky, la solapa de Manolo Robles, la foto de Manuel Costa y está dedicado a Juane Basso, histórico referente de Hijos Rosario y miembro de La Masa.
Sobre su nuevo libro, el autor señala que al igual que en su publicación anterior “hay cuestiones que me atraviesan, como los derechos humanos, los pibes en los barrios, la cancha, el fútbol, los hinchas”. Sobre el título, explica: “En un momento me di cuenta que en muchos de los relatos aparecían el río y el mar, que evidentemente son figuras e imágenes que nos quedan muy grabadas, nos impactan de chico, nos conmueven de grande. Nosotros tenemos acá el río, pero todo va hacia el mar”.
En la presentación, Garat estará acompañado por el también periodista y escritor, Claudio Gómez, autor de los libros Maten al rugbier. La historia detrás de los 20 desaparecidos de La Plata Rugby Club, y El partido rojo: La hazaña más grande del fútbol argentino en medio de la más sangrienta dictadura. Al igual que Santiago, también integra la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino.
Santiago Garat
Twitter: @segarat
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