El recuerdo de un amigo que se fue antes de tiempo. Entre asados, partidos del equipo de amigos e idas a la cancha van cayendo los recuerdos. Escribe Lucas Jiménez.

“Siempre habrá pintada una bandera con los colores que hiciste vivir, y así sabrá el coro del cielo que de los nuestros se fue el más bueno.”

La Renga-San Miguel

Dicen los libros que nunca se escribieron que en los ámbitos más simples no hace falta conocer el apellido de las personas, incluso el nombre que marca el DNI es secundario. Las personas se llaman y son conocidas por cómo les dicen en ese ámbito. Los apellidos son importantes en las instituciones: escuelas, trabajos, universidades. Están asociados a la rutina dura. En un grupo de amigos si hay dos con el mismo nombre surgen apodos, el apellido puede dar una mano para inventar un apodo, su ayuda solo llega hasta ahí.

“Tenemos uno más para el equipo, un compañero de laburo. El Herny, de Gerli, hincha de San Lorenzo y del Porve, futbolero”, soltó el Tano en tono informativo. La frase marca algunos puntos importantes. No preguntó si lo podía sumar, lo sumó. Entre a mi pago sin golpear, así funcionan las cosas en la confianza. El segundo ítem a destacar es que ninguno de los datos aportados sumaba para el equipo, no decía de qué jugaba en cancha de 11, no decía si jugaba bien. Hoy con el diario del lunes podemos certificar que ya en aquella frase de presentación fuimos avisados que el Tano no sumaba a un futbolista sino a un futuro amigo. Por eso marcó las cosas que podían importarnos para la charla más que para el juego: su nombre acotado, de donde y de qué equipo era.

Nuestro equipo se llamaba Klissman FC que fue una de las opciones que entregó la liga vasco-germana para que elijamos. La elección fue por Jürgen Klinsmann, todos los tenían por haber sido el técnico de Alemania en 2006, algunos lo recordaban por ser el rubio delantero de Alemania en Francia 98 y otros menos de aquella Sampdoria dirigida por el Flaco Menotti donde dio sus primeros pasos europeos la Brujita Verón y explotó el delantero Vincenzo Montella antes que le eche el ojo la Roma.

Yo iba a ser el técnico de Klissman FC que en realidad era un grupo de amigos que de tanto jugar al papi se fue a tirar al lance en cancha de 11. Mis cualidades futbolísticas no me daban para competir oficialmente y me incluyeron de esa manera. En realidad más que técnico era un regulador de minutos, trataba que jueguen todos y roten para que sea lo más justo posible. La justicia en el equilibrio estaba casi en el mismo escalafón de los resultados para mí. Quizás muchos no lo saben pero el equipo no lo armaba yo sino todos sus comentarios y mensajes tratando de conformar a la mayoría. Si se suele decir que la madurez del futbolista se alcanza después de los 25 años más o menos, ¿a qué edad alcanza la madurez un entrenador? A los 21 años seguro que no.

Yo siempre fui más amigo que entrenador por eso las veces que la situación lo demandó dejé el costado de la cancha para acompañar al hospital al roto o al desmayado. El primer partido que conocí al Herny, estuve pocos minutos en cancha porque al Foque se le trabó la pierna en un pozo y le hizo crack el hueso al final. A los días le pregunté a un par ¿qué onda el Herny? “Un personaje”, las primeras impresiones seguían sin hablar del Herny jugador que se paró de 3. Dijo que jugaba abajo y que como era zurdo y petiso llenaba las características para lateral izquierdo. En algunos partidos me hice el Holan con Tagliafico y lo puse de 6, también ha jugado de volante por izquierda algunos minutos para defender una victoria.

Así fueron pasando las semanas y los partidos comprobando lo que me habían adelantado. Era un per so na je, sí así separado. Era una gran persona que siempre traía una sonrisa, en cada calentamiento previo al partido estaba tocando o abrazando a alguien (que apenas acababa de conocer). No generé relación más allá de la grupal pero lo disfrutaba. En el verano del 2010 nos fuimos casi todo el equipo de vacaciones a San Bernardo, él vino un fin de semana. Banfield un mes antes había salido campeón por primera vez gracias a que en la última fecha San Lorenzo le ganó a Newell´s con 2 goles de Bordagaray. En la playa Herny tenía una musculosa de San Lorenzo y nos pusimos a hablar de eso. La charla terminó con la musculosa puesta sobre mi cuerpo y él en cuero como si fuera un intercambio de camisetas al final del partido.

Durante el 2010 el equipo siguió jugando el torneo pero lo que más queda son las cosas que pasaban en el medio. El mundial 2010, Maradona en el banco, el gol de Palermo a Grecia, los goles de Tevez a México y la “trompada de Mohamed Allí” que nos pegó Alemania. Pero después del mundial hubo un amistoso contra el campeón España en el Monumental y allá fuimos con Herny y varios más. 4 a 1 y goleada. Me acuerdo cómo nos pusimos locos cuando entró el Cabezón D´alessandro los últimos minutos y tiró la boba. Quedamos en repetir eso de ir a la cancha en grupo y así fue.

Un año después se jugaba la Copa América en Argentina. Fuimos al primer partido. Viernes a la noche contra Bolivia. Estadio Único de La Plata. Por más que arrancó a las 21.45 a mí se me complicó con el laburo y llegué sobre la hora. El Herny y el resto ya estaban en lo que sería la tribuna visitante cuando Estudiantes usaba esa cancha. El playón previo a llegar a las escaleras lo subí corriendo. Escuché una silbatina muy fuerte antes que suenen los himnos. No había whatsapp por aquellos años, lo llamé al Vasco y el Herny empezó a saltar y a levantar las manos para que los viera. Así los encontré en una tribuna enorme y colmada. “¿Qué fueron esos silbidos?”, les pregunté. “Para Batista Lukitas, cuando nombraron a Batista por los altoparlantes”, me respondieron. En mucha gente todavía no había cerrado la herida de la salida de Maradona como técnico.

Todo el año posterior al mundial de Sudáfrica Diego había tirado munición gruesa contra su ex compañero en México 86 con frases tan graciosas en sus palabras como fuertes en su contenido. «Cuando escucho a Batista decir que Messi ahora es feliz, me pregunto dónde estaba durante los días de convivencia en Pretoria. Lionel conmigo también fue feliz. ¿Qué hizo Batista, se disfrazó de Piñón Fijo?”, tiró primero para completar con que al técnico Batista y a su ayudante de campo el Tata Brown «no los conocen ni en Uruguay».

La silbatina fue tomando más fuerza cuando arrancamos perdiendo con Bolivia por un error de Banega que quiso frenar la pelota siendo el hombre que cubría el primer palo después de un córner. Al lado nuestro estaba el pequeño pulmón con hinchas bolivianos que nos mostraban seis dedos por el 6 a 1 del 2009. El Herny se quiso colgar de la reja divisoria al grito de “nos vemos afuera, nos vemos afuera”.

Pocas veces me reí tanto en un partido tan malo. Empatamos con gol de Agüero después que se la bajó Burdisso. El Vasco le gritaba cosas a Rojo que hacían descostillar a unos pibes hinchas de Gimnasia que teníamos abajo. Yo descargaba con Lavezzi y el Herny con Cambiasso. Hay momentos que con amigos son más fáciles de llevar.

Después del empate amargo nos fuimos al centro de La Plata a comer una pizza. Ellos se quedaron para salir por ahí y yo pegué la vuelta porque al otro día tenía que laburar temprano. Me acompañaron a la parada de la Costera que tardó en venir. Un frío hacía, pero allá estuvimos en esa esquina esperando el milagro que aparezca el maldito TALP. Antes de subir el Herny me dijo “no te sientes cerca de la puerta y agarrá bien la mochila. Avisá cuando llegas”. Al día de hoy pocas frases me parecen tan empáticas como decirle a alguien que viaja en bondi de madrugada por el Conurbano “avisa cuando llegas”.

Por más de haber compartido todos esos momentos hasta el 2012 nunca le había mandado un mensaje de texto al Herny más allá del día de su cumpleaños. Resulta que iba a organizar mi cumpleaños en casa de mi prima que tenía parrilla y espacio. En la organización previa alguien me recomendó “hablá con el Herny para la carne que consigue una de primera”. Eso hice nomás.

-Yo me encargo Lukitas ¿Cuántos somos?

-15 más o menos. Compra que después allá dividimos la plata

-Despreocupate. Yo me encargo ¿Querés algo en especial?

-Los chinchulines que traes siempre.

Esa achura era su especialidad pero el secreto no estaba en la carnicería de confianza sino en cómo los cocinaba él. Los dejaba reposar en leche un tiempo, antes de lavarlos y ponerlos en la parrilla. Quizás había algún secreto más que se guardaba para él.

El día de mi cumple se me complicó con el trabajo. Salí después de las 7 de laburar de Palermo y aproveché la excusa de la demora para pedirle un último favor. “Herny estoy fundido y tengo un viaje hasta Lomas. A las 9 estoy por casa ¿Podes hacer el asado vos?”, le tiré para no decirle que en realidad yo no sabía hacer asados. “Lo pensaba hacer yo DT, a las 9 estoy por tu casa”, me respondió.

Cargamos los 15 Michael Toranzo (Michel Torino) en el baúl y nos fuimos para lo de mi prima. El Herny hizo el asado para los 15 y el humo mezclado con tinto sin comer nada lo tumbó. Era viernes y él también estaba fundido de la semana laboral pero nunca lo usó como excusa como había hecho yo. Cuando todavía no habíamos terminado de comer, estaba lanzando en el baño. Ni llegué a agradecerle por todo lo que había hecho que cuando me quise dar cuenta uno de los pibes lo estaba llevando a su casa. Al día siguiente le pregunté si venía cansado por el laburo y siguió sin esconderse detrás de las excusas. “Fue el humo, el humo me arruinó”, el vino también fue absuelto después de su declaración.

En 2013 escribí mi primera nota para una materia de la facultad. Para que no se quede oxidada en “Mis documentos” después la subí al Facebook entera. Había elegido hacerla sobre la lucha de los y las hinchas de San Lorenzo para recuperar los terrenos de Avenida La Plata. Al leerla Herny me firmó “Te voy a ver volver a tierra santa. Vamos los cuervos, de Boedo vengo”. La noche del 30 de junio de 2019 San Lorenzo hizo un festejo porque después de las 12 de la noche tomaba posesión de los terrenos de Avenida La Plata. Como buen vecino del barrio de Boedo ahí estuve con el Naco y el Herny también de alguna manera estuvo presente. Me acuerdo cómo se calentaba en 2014 cuando le decía que Piatti no era jugador de selección, que el crack de ese futuro equipo campeón de Libertadores era Angelito Correa.

Ese 2014 disfrutamos el mundial y de la primera pelea del Chino Maidana contra Floyd Mayweather. Fue el año que me fui de casa de mi vieja para convivir con mi novia. Hasta ese momento él era el único de todo el grupo que convivía. Durante ese año me compré una parrilla y para inaugurarla invité a todos. El asado lo hizo mi compadre Luis, el Herny vino a comer, por cuestiones de laburo cada vez lo veíamos menos. Antes de irse esa noche me saludó diciéndome “Lukitas te felicito por la parrilla y por la casa”. Otra vez la simpleza de un comentario suyo me dejó helado y solo atiné a decir “gracias”. Por dentro pensé: “este pibe entiende todo, sabe la diferencia de pasar de un balcón para 3 personas a una terraza para 15. Sabe el esfuerzo que implica comprarse una parrilla”. Alguien me dijo alguna vez que desconfíe de todas las personas que se jactan de ser de barrio. “El barrio no se dice, se demuestra para que en todo caso, otros lo digan sobre vos”. Herny sin chapear llenaba el formulario completo de pibe de barrio.

Tanto Herny como yo nos fuimos del equipo en algún momento, por diferentes razones. Incluso a Klissman FC después de muchos cambios en su formación le llegó el momento del parate. Pero siempre seguimos compartiendo momentos dentro del grupo de amigos. Septiembre de 2014 nos encontró un poco divididos, en subgrupos cada uno en la suya. Yo no era cercano a él así que solo lo veía cuando nos juntábamos a ver algún partido importante de fútbol o alguna pelea de boxeo.

Hasta que un día recibí un mensaje suyo: “DT estoy armando de nuevo el equipo para jugar un torneo ¿Cuento con vos para dirigir?”. Herny del primer día hasta el último siempre me siguió diciendo DT aunque solo lo haya sido un año. Ni dudé la respuesta. Me pareció muy tierno su gesto de unir al grupo. “Contá conmigo”, le respondí. Se puso muy contento. Intuyo que de la misma manera se debe haber puesto cada vez que cada uno le confirmaba que se sumaba para la vuelta de Klissman FC. Ya eran tiempos de grupos de whatsapp pero a la vieja usanza, él les mandó mensajes privados a cada uno.

El Agus, uno de nosotros describió ese momento y el que vino después mejor que nadie: “Hablaste con todos, uno por uno, logrando convencernos de calzarse los botines y la naranja para divertirnos adentro de una cancha, ese mismo lugar y gracias al cual te conocimos. Un 10 de octubre durante todo el día no dejaste de mandar mensaje para reconfirmar horario y contagiar tu entusiasmo. Entradas las horas de la noche mandaste un msj… uno más del montón pero que luego (por esas casualidades de la vida) tomó nuevo significado: ´me voy a dormir un rato para descansar. No me extrañen´”.

Un accidente automovilístico se lo llevó antes de la vuelta de Klissman FC a las canchas. Me levanté ese sábado con varias llamadas perdidas del Agus y cuando atendí me dio la noticia. No sé si existe el destino o porqué pasan ciertas cosas en determinado momento. No voy a aventurar teorías y respuestas sin sentido. Solo sé que cuando alguien soltó la idea que en su memoria debíamos jugar igual el partido de la tarde, todos estuvimos de acuerdo.

Fue la única vez que un minuto de silencio antes de un partido tuvo sentido para mí. Perdimos 3 a 0, paré mal el equipo, hice peor los cambios. Muchas cosas no habían cambiado. Después de ese partido no volví a dirigir a Klissman FC. Me pareció bien irme con ese partido en homenaje al Herny. Al fin y al cabo como ya dije “siempre fui más amigo que entrenador”.

Al día siguiente en su entierro estuvimos abrazados en fila recta sin ocultar las lágrimas como Los Pumas cantando el himno en un mundial. A la noche algunos nos juntamos a recordarlo, cuando pasaron los minutos de silencio y tristeza afloraron las anécdotas y el Demian soltó “se fue sin decirnos qué significaba gato podrido”, su insulto de cabecera. Me costó un par de días poder poner en palabras mi sentimiento hacia él pero al final salió. Si llegas a agarrar señal de internet allá arriba, antes de pasarte el mensaje, te cuento rápido que Piatti volvió a San Lorenzo y que Bordagaray juega en Banfield, el otro día metió dos goles en un amistoso. Acá te va, la seguimos la próxima Gordo y que sea con chinchulines por favor.

“Porque por Klissman te conocí, porque la maldad no habitaba en tu cuerpo, porque dabas todo sin pedir nada a cambio, porque todavía no entiendo porqué te fuiste, porque juntaste al grupo de nuevo, porque me convenciste para que vuelva a ser tu DT, porque tenías en las venas los valores más genuinos del barrio, por los partidos, por los asados, por las juntadas, por tu San Lorenzo, por Gerli y porque dejaste en mí el legado más importante de todos, que es que ninguna cosa material es más importante que ser buena persona. En la simpleza brillaba tu esencia. ¡Nunca te voy a olvidar Herny!”

Lucas Jiménez

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