Senegal ganó la Copa Africana por penales en la final contra Egipto. La particular historia del arquero del Chelsea, el gran héroe la jornada. Nació en Francia pero siempre tuvo claro que quería jugar para el país de su madre y de su padre, que nacieron en países diferentes de África. Cumplió con los dos. Escribe Lucas Jiménez.

En 2014 el Cherbourgh de la cuarta división de Francia prescindió de los servicios de un joven arquero llamado Édouard Mendy. Algunos golpes sirven para tomar impulso y apuntar alto. Bueno, él pensó que ese despido podía servirle de impulso para ir a cumplir el sueño de jugar a Inglaterra. Pero no se dio el milagro de película, había que recorrer el camino más largo. Estuvo un año sin club. En 2015 ya tenía 22 años y se cansó de esperar que pase el tren de las oportunidades. Comenzó a buscar trabajo por fuera del fútbol.

Entonces llegó el llamado de su amigo y ex compañero de equipo Ted Lavie, que lo recomendó para el Olympique de Marsella. Lo probaron y quedó como cuarto arquero. Firmó su primer contrato como profesional, lo bajaron al equipo de reserva que juega la cuarta categoría del fútbol francés. Estuvo como arquero suplente pero llegó a jugar 8 partidos. Ahí lo vieron del Reims, que también tiene un segundo equipo que juega en la cuarta de Francia. En su primer año ya lo subieron al plantel del equipo oficial del club, que estaba en Segunda División.

Era el 2016 y recibió un llamado de Guinea Bissau para jugar en su Selección, país donde nació su padre, que por esos años transitaba una dura enfermedad. Aceptó jugar algunos amistosos no oficiales contra clubes portugueses en honor a él. Pero en 2017, cuando fue convocado para jugar la Copa Africana de Naciones 2017, rechazó la convocatoria y decidió jugar para Senegal, el país nativo de su madre, antes de emigrar a Montvilliers, Francia, donde nació el arquero.

El momento en qué eligió jugar para Senegal coincidió con el camino ascendente en su carrera. En su segundo año en el Reims ascendieron a la Ligue 1 con él como titular. Una temporada en Primera le sirvió para dar el salto al Rennes, donde llamó la atención del mítico arquero del Chelsea Petr Čech, quien se desempeña como asesor técnico del equipo de Londres y supo atajar en el Rennes. Sugirió su contratación y así Mendy llegó a los Blues en septiembre del 2020.

En poco tiempo le terminó ganando el puesto al español Kepa Arrizabalaga, que había arribado en 2018 del Athletic Bilbao como el arquero más caro del mundo. Costó 71 millones de libras esterlinas, superando los 66.8 millones que había pagado el Liverpool por el brasileño Allisson Becker.

Ya con el alemán Thomas Tuchel como técnico del Chelsea, fue una de las figuras del equipo que ganó la última Champions League, tras vencer en la final al Manchester City. A fines de año Édouard fue nominado al Premio Yashin que entrega la revista France Football, junto al Balón de Oro, pero quedó afuera de los 30 nominados el mejor futbolista del año.

En una entrevista en Canal Plus al ser consultado por haber quedado afuera de los elegidos afirmó que «si hubiera jugado con Francia la Euro este debate se habría terminado ¿no?». Algunos compañeros de Mendy se sorprendieron de que no lo hayan incluido en la lista de los mejores de la temporada. «Alguien explique por qué no está nominado al Balón de Oro», escribió en Twitter el defensor alemán del Chelsea Antonio Rudiger. Por su parte, el senegalés delantero del Liverpool, Sadio Mané dijo que «es inaceptable, no lo entiendo. Para mí tiene un lugar entre estos 30 jugadores». Muchos compañeros del arquero sí fueron nominados como el español César Azpillicueta, el ítalo-brasileño Jorginho, el francés N´Golo Kanté y el inglés Mason Mount.

Pese a mostrar su disconformismo, Mendy respetó «la libertad de voto para los periodistas» y lo tomó como una motivación «para seguir trabajando, tener un buen desempeño en el club y la selección».

El Yashin se lo llevó el italiano Gianluigi Donnarumma. Pero en enero de este año Édouard pudo tener revancha al ganar el premio The Best otorgado por la FIFA al mejor arquero de la temporada pasada. La gala realizada en Suiza la siguió desde Camerún donde disputaba la Copa Africana con Senegal. Dos días antes del reconocimiento internacional, el país de su padre Guinea Bissau, perdió en la fase de grupos contra Egipto. Ayer se pudo tomar revancha en su honor defendiendo el arco de Senegal. Atajó un penal en la tanda que definió al campeón del torneo.

La noticia deportiva es que Senegal ganó su primera copa africana. En la casa de los Mendy saben que fue mucho más que esto. La atajada de Édouard se festejaron en los barrios de Francia, donde viven los hijos de inmigrantes africanos que no pudieron nacer en su tierra, y también se celebraron en Guinea Bissau. El país que salió último en el grupo del subcampeón Egipto, pero que de ahora en más podrá decir que tiene un arquero campeón de Champions y de África.

Hace siete años Mendy eligió atajar para honrar a su familia y para tratar de cumplir sus sueños. Por ese entonces era un jugador libre, sin un partido en selección. Lo que en su momento fue un sueño de mendigo, hoy se transformó en el estímulo que lo convirtió en el mejor arquero del mundo.

Lucas Jiménez
Twitter: @lucasjimenez88

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