La misma noche que nuestro Rey lloró por primera vez ante nuestros ojos y nos dijo que se había terminado la Selección para él, se estrenó el último capítulo de la sexta temporada de Game Of Thrones. Nos sentamos frente a la pantalla al día siguiente pensando en vos siempre, no te alejes tanto. De repente en la ficción todo se acomodaba. Jon Snow y Sansa Stark juntaban a las tropas del norte. Arya mataba a Walder Frey y empezaba su amistad con la épica. Daenerys comenzaba su camino a Desembarco del Rey con un ejército bestial: barcos, dragones- todo eso en lo material- y en lo intelectual Tyrion Lannister, su mano. El que piensa cuando todos pelean. En el fútbol funciona al revés, el rey piensa y la mano actúa.

Aquella noche del 26 de junio del 2016 nuestro futuro era desolador. Pero cómo no confiar si cuando Messi ya lloraba mocos de vaciarse de lágrimas, atrás estaba su gran amigo Kun Agüero haciéndole masajes.

Y allá empezó el camino que nos trajo acá. Porque Messi volvió rubio, teñido y barbudo como el fuego quemando ruinas. Quizás se sintió un poco el Chizzo de La Renga y tenía ganas de decirnos que “adónde voy, siempre voy a buscar lo que es mío”.

Y una noche en Doha ya con su amigo Kuni saltando de nervios en la platea, jugó para que nos pellizquemos sobre si lo que vimos es realidad o ciencia ficción. Tributó a Diego declarando, pero más a Román festejando y mostrando sus dotes de enganche histórico. Le dijeron que su país era el único sudaka en competencia y metió un pase a lo Ronaldinho, sin mirar al compañero, para que entiendan que toda Latinoamérica unida tiene que sumarse a este ejército.

El 10 puteó al árbitro bordeando la roja cuando nos empataron, pero rápido cambió el chip y encontró dos veces a Enzo Fernández en posición de remate. No fue gol ahí, ni en su penal. Nada opaca su mundialazo.

El guión tenía otros planes. Apareció La Mano del Rey: el Dibu de la gente que ataja para el Rey y declara para el pueblo. Nos rescató del pozo. Lo definió Lautaro. Juego de Toros. En bici, en barco, nadando, llorando, sintiendo. Seguimos caminando rumbo al Desembarco.

Lucas Jiménez
Twitter: @lucasjimenez88

Lástima a nadie, maestro necesita tu ayuda para seguir existiendo, suscribite por $500.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s