El 25 de noviembre del año pasado hicimos nuestro tercer programa de Lástima a nadie, maestro Radio en La Imposible dedicado al cumpleaños N° 75 del entrañable Roberto Fontanarrosa.  Hablamos con Alejandro Apo que llevó sus cuentos a la radio. Nos regaló algunas anécdotas con el Negro y eligió sus tres cuentos favoritos del rosarino.  También hay anécdotas de Alejandro siguiendo la campaña del Club Atlético Defensores de Belgrano cuando era pibe.

A continuación la entrevista completa para que la lean mientras estamos de pretemporada para la vuelta radial que será en febrero.

-Arrancamos el programa con un audio de Fontanarrosa donde te agradecía a vos porque decía que se habían hecho masivos muchos de sus cuentos porque los llevaste para narrarlos en la radio. Supongo que te lo debe haber dicho muchas veces.

-Eso fue un acto de afecto del Negro. Decir que por mí se habían difundido sus cuentos cuando son traducidos a 25 mil países. Él me dijo una vez que Puro Fútbol fue porque le dijo a Levinsky cuando estaba con Ediciones De La Flor que me junte sus cuentos. Decía que yo, y un poco es verdad, iba con todos los libros en una bolsa y se me caían cuando hacía el programa el sábado a la tarde en Continental. Entonces le dijo “ponele todos los cuentos de fútbol así lleva un libro nada más porque si no tiene que llevar todos mis libros”. Y me lo dedicó. Entonces yo estaba encantado pero además le tiré una broma mayor. Le dije: “sí pero se comieron un cuento tuyo”. Y me dice: “No, de ninguna manera. Están todos los cuentos de fútbol, yo lo revisé”. No, le digo, falta el cuento “No te enloquesá, Lalita” que está en “Uno nunca sabe”. “Uh tenés razón, me quiero morir”, me dijo el Negro. Entonces le propongo “bueno, yo voy a hacer una antología de cuentos de fútbol por Alfaguara y ahí voy a poner No te enloquesá, Lalita”. Pero en Puro Fútbol no está ese gran cuento de Fontanarrosa que es referido a una relación de mucha pelea entre dos amigos, que creían que era un cuestión de mujeres, de garantías, de tarjetas de crédito, de militancias contrapuestas, y al final era un tema de futboleros, de pibes. Es un cuento extraordinario. Pero bueno quería comentar eso en el comienzo de esta charla porque me parecía que era un buen dato.

-Hay una charla televisada que tuvo el Negro Fontanarrosa con Osvaldo Soriano en TyC Sports donde contaba que lo primero que le llegó del fútbol no fue algo escrito ni una pelota sino que fue un sonido. Lo asoció a esa música de los domingos de la radio reproduciendo el fútbol. Vos que sos un tipo de este medio contanos un poco de ese gusto de Negro por la radio.

– Yo a veces pienso, cómo soy tan de radio, tan de los sonidos, una despedida con una persona amada, querida en una estación de tren con cortina de fondo, con música de fondo estaría bárbaro. Y yo se lo transmití al Negro Fontanarrosa que un día me dijo “¿sabes qué música tendría yo de trasfondo si se hiciera una película de mi vida? Un relato lejano de un relator uruguayo o argentino. Además me decía si está relatando un partido de fútbol alguien en algún lugar de la tierra es que no hay tercera guerra mundial porque quiere decir que está todo bien. Porque si no va estar transmitiendo nadie el fútbol. Esa era la base de la relación de amistad que tenía con él porque era un hombre que amaba la radio y esa transmisión. Eso que él decía que era su sonido. Nombraste un gran cuento de fútbol de Liliana Heker que se llama “La Música de los Domingos” que es sobre un hombre grande que ya está en silla de ruedas y pide esa música y le ponen tangos hasta que al final escucha saliendo de una ventana el sonido de un relato. Ahí dice “esa es la música de los domingos”. En realidad es ese homenaje, que una gran escritora como Liliana Heker, le hace a todos los que amamos la radio.

-En todo este tiempo sin Fontanarrosa, de los partidos que viste o cubriste por tu profesión ¿alguna vez dijiste tendría que estar el Negro para escribir sobre esto?

– Me queda siempre el recuerdo de la referencia de decir “mirá si el Negro describe este partido o esta instancia increíble”, que el fútbol tiene tantas por sus sagrados imprevistos. Roberto tenía una condición que tienen muy pocos, Dolina también lo tiene, que es esa mezcla de barrio y mundo. Esa cosa, que para mí es fascinante, de mezclar la ficha dorada o la figurita llena de pelusa para el “te cambio, te cambio”. Tenían esa condición de hablar de los dioses griegos con los muchachos de la esquina en la pizzería del barrio. Esa mezcla ellos la tienen y eso es la cultura popular y la sabiduría de poder contar. Vos pensá que el Negro una vez en “El pichón de Cristo” sugirió que el hijo de dios nos dio una mano atajando de todos lados. En ese cuento impresionante. Eso es una cuestión de la cultura popular que desarrolla toda esa imaginación que tiene que ver con el barrio, con los muchachos, con la esquina, con ingeniarnos para ganarles a los de la otra cuadra. Eso es eterno y el Negro es una bandera de la cultura popular.

-¿De sus cuentos de fútbol cual sabes que le gustaba en particular al Negro y decinos tus favoritos también?

– Todo el mundo se inclina por “19 de diciembre del 71” y la historia del viejo Casale que es extraordinario ese cuento. A él le gustaba mucho porque de fondo había como un acontecimiento: la llegada de Hitler a Roma. Y se desarrolla la película italiana de Scola “Una giornata particolare” (Un día muy particular) con Mastroianni y la Loren. Sobre ese encuentro que se difundía en todo el mundo de la llegada de Hitler a Roma recibido por Mussolini se generaba una historia mínima entre dos solitarios como esos personajes creados por Ettore Scola. El Negro decía que dentro de ese acontecimiento él había inventado ese viejo Casale cábala que los muchachos deciden secuestrar y llevar de Rosario a la cancha de River a ver ese partido que en realidad existió. Yo me vinculé mucho con ese cuento porque yo nací un 19 de diciembre y encima yo vi ese partido con mis amigos de GEBA Alberto y Hugo. No era hincha de ninguno de los dos pero lo vi porque era en River y eran dos muy buenos equipos. Vi ganar a Central con el gol de la palomita de Poy. Fontanarrosa decía que a él le gustaba mucho ese cuento del viejo Casale. Pero hay una puja entre los fanáticos de los cuentos de él. Sacheri, por ejemplo, dice que el mejor cuento de fútbol que leyó es “La observación de los pájaros” del mismo Negro Fontanarrosa. Es sobre un hincha de Central que sale a vivir el clásico por los ruidos de la ciudad, los gestos de los amigos que son hinchas de uno o de otro. Es un cuento maravilloso que yo también leí y lo ubico entre los mejores del Negro. Pero agrego a “El pichón de Cristo” y hacemos una trifecta.

-Mañana se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de Roberto Fontanarrosa, por eso quisimos hacer este programa homenaje. Te dejamos el cierre de la nota para lo que quieras decir respecto al recuerdo latente del Negro.

-Mañana se evoca el día que nació que fue en 1944, ósea que cumpliría 75 años. Pero yo me acuerdo el día que murió y la verdad que el país era un inmenso velorio. Desde todos los lugares se veía que era un hombre común en situación imaginativa extraordinaria para crear, no solamente con los cuentos de fútbol, sino con todas sus historias contadas. Lo que pasa que él tiene la ventaja que tienen algunas personas que tienen acceso a la inmortalidad porque viven en nosotros y en este comentario vive. Porque si alguien no lo leyó y es un pibe y dice “¿cómo el hijo de dios? ¿Quién? ¿Qué es el cuento El pichón de Cristo?”. Y ahí está vivo y yo creo que va a estar vivo siempre.

El Apo del Dragón

-Un 26 de mayo del 2018 ocurrió algo que ni siquiera Fontanarrosa podría haber imaginado. Defensores de Belgrano le gana la final a la UAI Urquiza con un gol producto de su arquero en el último minuto que fue a buscar el córner, gana la pelota y en la línea la mete el delantero para el empate. Después ganó por penales con 2 atajadas del mismo Anconetani. Tengo entendido que sos hincha de Defensores. ¿Estuviste en la cancha ese día?

-Yo estos últimos años ya no voy a ver a Defensores por mi laburo profesional pero siempre lo sigo, siempre estoy. El otro día me hicieron una nota en Crónica y dije “yo estuve con Anconetani saltando y abrazándolo cuando atajó los penales en la final”. Esa fecha me vuelve a la infancia, a la adolescencia. Porque yo en el año 67 lo vi campeón de la Primera B a Defensores. Lo que pasa que en ese momento no se ascendía porque había un torneo reclasificación entre los últimos de la Primera y los primeros de la vieja y querida B. Defensores le ganó la final a Tigre 2 a 0 con goles de Tomino y Fumagalli. Al equipo lo dirigía Ángel Labruna, el extraordinario futbolista y entrenador. Defensores no pudo subir porque en la reclasificación jugaban Newell´s y Unión que tenían unos equipazos bárbaros pero habían tenido una mala campaña en Primera y llegaron en los últimos, se mezclaron con Tigre y Defensores, que terminó saliendo último y no ascendió. Pero esa imagen de Anconetani, como el gran equipo del 84, me trasladan siempre a aquel equipo campeón que vi casi todos los partidos porque me llevaba Carlitos Ferrraro, un periodista que fue presidente del Círculo de Periodistas Deportivos y era un colaborador impresionante de mi viejo, del verdadero Apo. Él me llevaba los sábados con la familia que eran fanas de Defensores. Justo agarré toda esa campaña del 67. Yo soy del 54 así que tenía 13 años. Era un pibe y vi entera esa campaña. Me he reencontrado con jugadores de Defensores cuando hago el espectáculo con el Turco Sanjurjo. En Junín me encontré con Tomino, en Mar del Plata con el Botellón Parodi, un maestro. Eran todos ídolos míos. Ese equipo fue campeón y para mí es un orgullo recordarlo. Y le ganó a un Tigre que era un equipazo en la década del 60.

-Viene bien la anécdota porque justo juegan Defe-Tigre el domingo en el Bajo Núñez después de 20 años por la última fecha de la Primera Nacional. Un viejo clásico del ascenso.

-Para la gente de Tigre me acuerdo aquel equipo. Hernandorena, Fortunato, Capdevila, Rivoiro, el turco Alé, De Buono, “Forli” Santana que era impresionante lo que corría y jugó en Huracán también, Antonio Villamor, Herrera, Busico y Colarte. Nos metimos en deportes en el recuerdo. Era un equipo muy completo el de Tigre. Jerarquizó la victoria de Defensores porque ganó una final contra alguien que también tenía todos los argumentos para ganarla.

-¿A veces te agarran ganas de volver a ser aquel hincha de Defensores y mandarte a ver un partido?

-Me han invitado muchas veces que por la actividad no he podido ir. Pero en cualquier momento preparo una ida y quiero estar ahí. Quiero volver a ver los partidos ahí en la platea y volver a poder ser hincha que uno desde que es comentarista tiene que postergar sus historias de hincha de fútbol. Y disfrutar cada partido con los amigos diciendo cualquier cosa. Uno después cuando empieza a comentar fútbol tiene la obligación de ser atinado y buscar una cosa equilibrada.

Este es el link para escuchar el programa entero dedicado al Negro Fontanarrosa:

https://ar.radiocut.fm/audiocut/lastima-a-nadie-maestro-programa-25-11/

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