La relación entre las juveniles y la mayor, los Juegos Olímpicos, el Coronavirus, el preolímpico, los panamericanos, la formación de los chicos, son varios de los temas que aborda el Bocha Batista.
En el último mundial de Rusia 2018 la selección Argentina solo se nutrió de dos futbolistas (Tagliafico y Pavón) que habían competido en mundiales sub 20 del 2009 hasta la fecha. Se cortó con la cadena de valores que promovieron José Pekerman y Hugo Tocalli en todos los años que estuvieron a cargo de las juveniles.
Sin futbolistas que lleguen con una buena cantidad de partidos en selección a debutar en la mayor el ciclo funciona hasta que se gasta la última buena camada que supimos concebir. Por eso la importancia de los proyectos y de que haya un trabajo cohesionado entre los equipos de trabajo de las juveniles y la selección definitiva.
Fernando Batista, el Bocha, fue designado como entrenador de la sub 20 en diciembre de 2018. Al mes siguiente disputó el Sudamericano en Chile y clasificó al Mundial Polonia 2019. El equipo llegó hasta los octavos de final donde perdió por penales con Mali tras que le empaten el partido en la última jugada del alargue. Dos meses después la base de esa selección ganó el oro panamericano en los Juegos de Lima. Este 2020 salió campeón del Preolímpico a una fecha del final y clasificó a los Juegos de Tokio 2020 programados para disputarse entre el 24 de julio y el 9 de agosto. Pese a la propagación del coronavirus a nivel mundial el secretario jefe de gabinete del gobierno de Japón, Yoshihide Suga, declaró este miércoles que no están haciendo “ningún ajuste para aplazar los Juegos”.
A la espera de decisiones y aún con la incertidumbre de qué va a pasar con la competencia compartimos la siguiente entrevista al entrenador de la selección argentina sub 20 y sub 23. Los resultados como frutos del proyecto que tiene un objetivo final: formar futbolistas para la selección mayor.
-De un tiempo a esta parte se ve un notorio avance de todo lo que es las estructuras de las selecciones nacionales de fútbol. Vos desde adentro lo podrás ratificar o no.
-Es así como se ve. Uno lo ve a diario en el predio con todas las actividades que hay un orden. La verdad que hoy hay una organización, un camino, una idea. Yo lo puedo hablar porque a mí me tocó estar en el 2017 en el proceso con Claudio Úbeda y ahora me toca estar en este y son el agua y el aceite. Más que nada porque desde el lado dirigencial, con Tapia a la cabeza, nos dan a nosotros las herramientas, la tranquilidad para trabajar. Poder estar en algunos torneos que a veces no son los que uno mira como un Sudamericano o Preolímpico, pero que también sirven como para ir fogueando chicos que se pongan la camiseta de la selección. Las fechas FIFA que hubo el año pasado en septiembre, octubre, noviembre fueron de preparación para el Preolímpico. Nunca se había hecho eso y nos dio la posibilidad a nosotros de salir a jugar.
-Tuviste la posibilidad de armar una selección muy competitiva pero tenías para armar varios equipos. Para los que dicen que no salen jugadores como antes. ¿Siguen apareciendo futbolistas interesantes en la Argentina?
-Lo sostengo cada vez que me toca hablar del tema y digo que nosotros somos un país que es una fábrica de jugadores porque los hay en divisiones inferiores y empiezan desde infantiles. Los hay en Buenos Aires, el interior. Acá lo único que hay que hacer es caminar, mirar partidos, entrenamientos, hablar con los coordinadores, entrenadores. La realidad es que a mí me ha tocado tener entre el grupo del sub 20 y sub 23 un promedio entre 45 y 50 jugadores de un nivel muy bueno. Eso te da la tranquilidad porque tienen entre 20 y 23 años y son el futuro de la selección nacional. Nuestros objetivos no solo pasan por lograr una medalla o una clasificación sino también pasa por formar jugadores para que el día de mañana puedan estar en una selección mayor. Tenemos una cantera inagotable de buenos jugadores.
-¿La idea es trabajar en el proceso formativo del jugador de selección para que cuando llegue a la mayor no se encuentre con una sorpresa?
-El proceso tiene que existir. Es el objetivo al que apuntamos nosotros, lo que queremos hoy en selecciones juveniles y es como pasa en los clubes también. Cuando hay una estructura y la idea de proyectar jugadores a Primera División tenés que tener un proceso de 8 o 10 años. No es que un chico de Novena va a saltar a Primera por más que juegue bien. En este caso lo mismo cuando vos tenés un jugador que ya empieza a rendir en la sub 15, pasa por el proceso de la sub 17. Hoy tenés jugadores en la sub 23 que estuvieron en la sub 17, sub 20 y que ya tienen entre 35 y 40 partidos con la camiseta de la selección. No solo hay que trabajar en sí en un partido también hay que ver el carácter del jugador porque la camiseta pesa. El hecho de jugar en el extranjero con mucha gente en contra. Cuando el día de mañana por ahí tienen la posibilidad de jugar en la selección mayor vienen con esa experiencia. Ese es el proyecto al que apuntamos nosotros y que creo tiene que existir. Son pocos los casos que jugaron 2 partidos y enseguida van a la mayor. Son los jugadores diferentes. Después tiene que haber un proceso como en la vida.
-¿Los técnicos también deberían pasar por esa etapa formativa y más si trabajan con juveniles?
– Yo para ser entrenador hice mi etapa de juveniles, infantiles, dirigí en Novena, Octava y así me fui haciendo. Me preparé durante 18 años. Cuando vos trabajas con chicos jóvenes tenés que estar preparado como entrenador. Porque es un hilo muy finito en lo que vos le podes decir a un chico de 11, 12 años para bien o para mal. Hay que entender que es un ser humano que juega al fútbol. Vos podes preparar una estrategia, cómo se puede plantear un partido, por donde te puede ganar el rival pero después hay un montón de cosas cuando empezás a tratar con juveniles que son tan importantes como estas.
-Fuera del fútbol también le pasan muchas cosas a los chicos. Empiezan a hablar más de ellos, su vida social si no está muy firme le puede cambiar, los representantes, la posibilidad de irse a Europa en cualquier momento. Parece lógico que cuando regresen de la selección tengan una merma de rendimiento ¿Cómo trabajan el tema de la cabeza de los chicos con respecto a estos cambios?
-Desde mi lado cuando los tengo a los chicos lo primero que les digo es que traten de aprovechar cada partido en selección porque tiene un disparador importante y son jugadores hoy destacados y de elite por vestir esta camiseta, ya sea en un torneo o en un amistoso. Pero bueno es una preparación que ellos también tienen que ir llevándola de a poco. Estamos en presencia de chicos de 19, 20 años. Todos tuvimos esa edad y quién no se la creyó. De golpe te aparecen un montón de cosas. Siempre les digo que lo más importante es tener los pies sobre la tierra. Cuando jugaste un gran partido, lograste un campeonato estamos todos muy contentos pero hay que seguir porque por ahí dentro de 2 meses jugaste el peor partido de tu vida y tampoco es que sos un desastre en ese momento. Acá la única clave es apoyarse en la familia que son los que están en los momentos difíciles. Hay que trabajar para mejorar hasta el último día que vos sos jugador de fútbol en esta corta carrera. Siempre hay cosas para perfeccionar.
-Cuando Agustín Urzi jugaba en la escuelita de fútbol de Banfield en un torneo en Pilar (Santa Fe) hizo un jugadon para un terrible gol, al rato se peleó con un rival y lo echaron. Parecido a lo que le pasó en el partido contra Colombia en el Preolímpico ¿Qué es lo que hablas con él que en 2 años vivió montones de cuestiones y tiene 19 años?
-Como dijiste vos, tiene 19 años y es un chico que le han pasado muchísimas cosas buenas desde lo futbolístico. Agustín juega al límite y es su forma de jugar. Después él va a tener que ir aprendiendo a manejar esos impulsos y creo que lo va a hacer porque es un chico inteligente. Eso se lo va a ir dando también la experiencia, los años. Lo importante es que él se tiene que dar cuenta que eso lo tiene que mejorar, que no es parte del juego, y le puede jugar en contra. Creo que eso con trabajo, decoro, coaching, charlas lo puede mejorar. Lo bueno que tiene Agustín es que es un terrible jugador y también es linda la otra parte.
-Ya primeros y clasificados a Tokio había que jugar contra Brasil con todo lo que significa. ¿Como técnico y como docente cuando te diste cuenta que la cabeza no era la misma? ¿En la previa o durante el partido?
-Durante el partido, después del segundo gol porque vi que nos costaban algunas cosas. Lógicamente uno es futbolero y los clásicos los quiere ganar. Habíamos jugado un mes antes en Canarias con Brasil y le habíamos ganado 1 a 0, al mismo equipo. Nosotros tuvimos tres bajas importantes como Urzi, Capaldo y Gaich que estaban suspendidos. Pero el haber clasificado y logrado el título yo creo que inconscientemente la cabeza del ser humano se relaja un poco cuando consigue algo. También enfrente teníamos a Brasil y eso no es menor tampoco.
–Pareciera haber hoy en día una sincronización entre las juveniles y la mayor como hacía años no se daba. Hubo rendimientos individuales tan altos en el Preolímpico que capaz algunos jugadores pasan a ser tenidos en cuenta por Scaloni.
-Ojalá pase eso. Hablamos continuamente con Scaloni del rendimiento de los chicos. Para mí está casi a la par del campeonato que logramos si muchos de estos futbolistas pueden ir a jugar a la selección mayor. Yo estoy en una estructura donde tengo que abastecer jugadores para la mayor.
-¿Qué selección estas ideando en la cabeza para los Juegos Olímpicos de Tokio?
– Seguir con la misma idea que venimos desde el Sudamericano de Chile del año pasado cuando yo inicié mi proceso. Tratar de ser un equipo protagonista, siempre pensando en el arco rival, que tenga juego y también equilibrio. Ser un equipo inteligente y con personalidad. A mí me gusta jugar bien, como a todos los entrenadores, pero si la tengo que tirar a la tribuna no me pongo colorado. Y si nos tenemos que replegar y jugar defensivamente lo tenemos que hacer. Es lo que le vengo diciendo a los chicos en todos los torneos que venimos jugando. La realidad es que no lo vamos a cambiar. Tengo la suerte de que a la mayoría de los chicos los conozco bien, ellos me conocen. Hay 40, 45 jugadores que uno tiene en la cabeza y tengo que elegir 18. Hay que ver el momento de cada uno de acá a 3 meses y cómo están. Pero la idea es ser protagonistas y lograr los 2 objetivos que yo voy a buscar en cada torneo. Primero ir en busca de una medalla porque es el sueño y la ilusión que tenemos todos. Segundo seguir potenciando jugadores para que si el día de mañana el técnico de la selección mayor desea mirar a uno de ellos lo pueda tener en cuenta.
-Cómo están con este tema de los Juegos Olímpicos y toda la información sobre el coronavirus. ¿Están preocupados, atentos, esperan decisiones?
-Estamos hablando y esperando. Todavía no tenemos una información certera que diga no se va a hacer, se pasa a otro lado el torneo o se hace más adelante. La realidad es que también es importante que se solucione el tema porque hubo muertos y nos tenemos que preocupar hoy de que pase eso. Después verdaderamente hablaremos del torneo.
PD: Entrevista realizada en el programa “Todo Banfield” en Estación Quince Cincuenta (AM 1550) el 29 de febrero.
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