Defensa y Justicia logró hacer del cambio una forma de continuidad. Pasan los técnicos, pasan los jugadores, pero el Halcón siempre apuesta al mismo estilo de juego: verticalidad y protagonismo. ¿Cómo logran mantener la forma a pesar de cambiar cuerpos técnicos y planteles? ¿Cuál es la idea para el futuro? Escribe Juan Stanisci

23 de agosto de 2009. Salida del vestuario local en el estadio Tito Tomaghello. Un micrófono, dos grabadores y un nokia 1100 rodean a Jorge Almirón. Defensa y Justicia acaba de ganarle 2 a 0 a Tiro Federal por la primera fecha de la B Nacional.  “El pelotazo tiene que ser una variante, no una manera de jugar. Si no, vamos a ser un equipo cualquiera.” El técnico está contento con el resultado pero disconforme con la manera en que jugó su equipo. Rifaron mucho la pelota. Antes de terminar esa suerte de conferencia de prensa deja una premonición: “si queremos ser diferentes tenemos que tomar ciertos riesgos.”

El camino recorrido por Defensa y Justicia arrancó hace más de diez años. Ya pasó la parada en el Estadio Mario Alberto Kempes, en Córdoba. La final de la Copa Sudamericana vio al equipo de Florencio Varela coronarse campeón frente a Lanús. Dos clubes que han tomado rumbos diferentes en las decisiones que los llevaron a ese lugar, pero que hoy parecen empezar a acercarse. Dos meses después otra final internacional. En Brasilia y con más épica que fútbol, el Halcón de Varela le ganó por penales al Palmeiras campeón de la Libertadores ¿Próxima parada? Japón y la Suruga Bank. Más allá de lo que pueda pasar en la Copa Libertadores que arranca la semana que viene.

Defensa y Justicia opta por el cambio. Desde la segunda etapa de Jorge Almirón en 2013 hasta acá, el técnico que más tiempo estuvo en el cargo fue Ariel Holan: 503 días y 41 partidos. En 8 años, 12 técnicos. Los cambios no son solo en el banco de suplentes. Temporada tras temporada, el plantel se renueva en su totalidad. La mayoría de los jugadores llegan a préstamo porque en sus equipos no tienen lugar. Algunos buscan sumar sus primeros minutos en primera, otros relanzar sus carreras.

Los cuerpos técnicos pasan, los jugadores cambian, pero Defensa y Justicia mantiene su estilo. Ese que ya pensaba Almirón en el 2009. Buscar el arco contrario, salir por abajo, atacar los espacios y tener mucha movilidad en ataque. Entonces surge la pregunta. ¿Cómo hace Defensa y Justicia para mantener una línea de juego si todos los años hay un técnico nuevo y un plantel diferente?

Pasan los años, pasan los jugadores (y técnicos)

José Lemme es el presidente del Halcón desde 1992. Su hijo, Diego Lemme, es el encargado del fútbol en el club. En 2009 un joven representante de jugadores le propuso a Diego acercar futbolistas y técnicos. Cristian Bragarnik no era en 2009 el hombre fuerte del fútbol que es hoy. Es imposible tener números concretos, pero casi todos los equipos de la Liga Profesional de Fútbol o de la Primera Nacional, deben tener un jugador o técnico representado por él. A partir de la llegada de Bragarnik, los técnicos tuvieron siempre el mismo perfil: jóvenes, algunos debutantes, con el arco rival como mayor objetivo y mucho vértigo para llegar a él.

Entre agosto de 2009, cuando Almirón daba aquella improvisada conferencia de prensa después del partido contra Tiro Federal, y enero de 2021 los técnicos fueron: Jorge Almirón, Diego Cocca, Darío Franco, el Turu Flores, Ariel Holan, Sebastián Beccacece, Nelson Vivas, Juan Pablo Vojvoda, otra vez Beccacece, Mariano Soso, Hernán Crespo y de nuevo Beccacece. Cinco de esos técnicos dirigieron, después de Defensa y Justicia, a un equipo grande y podríamos decir que son seis con Crespo en el San Pablo. Los matices pueden variar, pero la idea es siempre la misma. Es imposible contraten un técnico alejado de un fútbol ofensivo y vertical.

Lemme y Bragarnik no solo buscan técnicos, también jugadores. «Creo que el secreto está en la elección. En la búsqueda de jugadores, los aciertos tienen un porcentaje alto”, contó Diego Lemme a La Nación. A grandes rasgos son dos tipos de jugadores los que buscan: experimentados que quieran relanzar sus carreras y jóvenes que necesiten sumar minutos. A los dos grupos los atrae lo mismo según Lemme, “Defensa todavía no tiene tantas presiones como otros clubes. El jugador encuentra un lugar ideal para desenvolverse. Hay un predio hermoso para practicar. Estamos al día.”

Si bien los que entran a la cancha van variando, desde la dirigencia la idea se mantiene. Y eso después se traduce en juego. Está claro que a veces las cosas no salen como se planean, que puede haber algún tropiezo, pero Defensa y Justicia sigue apostando a lo mismo. Los goles a Coquimbo por la vuelta de la semifinal por la Copa Sudamericana, podrían pertenecer a un compacto del equipo dirigido por Ariel Holan o por Sebastián Beccacece. Un volante central que tiene más juego que marca busca el espacio. La pelota vuelve a los centrales. El arquero parado como líbero cerca de la mitad de cancha. Paciencia para espera que el equipo rival se abra. Volantes que atacan el espacio y delanteros que entran y salen constantemente. Defensa y Justicia hizo hasta acá de los cambios constantes, una forma de conseguir estabilidad.

***

– ¿Profe, me presta un libro?

El juvenil está concentrando, al día siguiente tiene que jugar uno de sus primeros partidos en la primera de Defensa y Justicia. El Profe es uno de los colaboradores de Pablo De Muner, director técnico de la reserva. Unos meses antes el colaborador estaba leyendo cuando fue interrumpido. “¿Qué está leyendo, Profe?”, preguntó el pibe. El colaborador le mostró el libro de Luciano Lamberti que tenía en las manos. Le contó de qué se trataba. Charlaron un rato y antes de que el pibe siguiera su rumbo le dijo, “tomá, llevalo para el viaje de vuelta.”

El juvenil no le dio una devolución y el préstamo quedó en el olvido hasta esa noche. El colaborador estaba terminando de acomodar las cosas para salir de pretemporada con la reserva. El pibe ya no estaba con ellos, iba a jugar con la primera. El pibe se acerca como aquella primera vez.

– ¿Profe, me presta un libro?

El colaborador sonríe de alegría. “Esperame un cachito”, le dice. Va al auto donde tiene guardados los libros que van a usar como biblioteca en la pretemporada de reserva. Agarra El área 18 de Roberto Fontanarrosa. Vuelve y se lo da.

– Es tuyo, te lo regalo – le dice antes de darle un abrazo.

***

Hace casi dos años Diego Lemme creyó que era hora de darle lugar a las inferiores. Se contactaron con Adrián Domenech para que se hiciera cargo. Domenech ya había trabajado como Coordinador de Inferiores en Argentinos Juniors y River. Seis meses después llegó Pablo De Muner como director técnico de la reserva.

A principios del 2020, Adrián Domenech decidió sumar un metodólogo para que todas las juveniles tuvieran un mismo método de entrenamiento. Modificaron algunos técnicos de la estructura y todas las juveniles pasaron a jugar con la misma idea. La estructura que Lemme y compañía habían pensado para la primera, se trasladó a las divisiones inferiores.

El primer campeonato de Reserva con de De Muner a la cabeza, los encontró décimos. Siempre trataron de ser protagonistas, jugaron de igual a igual contra todos los rivales. El siguiente lo arrancaron jugando un gran partido con Estudiantes de La Plata. La Cuarta División entrena con De Muner y es dirigida por su ayudante de campo, Nicolas Gianni. Cuando la Reserva quedó décima, la Cuarta finalizó tercera. Con muchos juveniles subiendo de categoría, proyectaban quedar entre los primeros cuatro. Pero en eso llegó la pandemia y el campeonato de Reserva todavía no volvió a jugarse.

La idea de apostar a las juveniles no quedó solo en un cambio de estructura. Defensa y Justicia está construyendo un predio exclusivo para juveniles, al lado del que utiliza la primera. El objetivo, además de mejorar las condiciones de entrenamiento, es que las inferiores entrenen en una mejor ubicación. El actual genera que muchos chicos no puedan llegar porque los padres no pueden llevarlos. Con el predio mejor ubicado, más chicos podrán sumarse a las divisiones inferiores. Si a eso se le suma que por primera vez en la historia de Defensa y Justicia diez juveniles firmaron contrato y forman parte de la primera, en el Halcón de Varela creen que en poco tiempo muchos pibes querrán ir a probarse al club.

Pero los cambios no fueron solo futbolísticos. Durante el confinamiento que trajo la pandemia, el cuerpo técnico de De Muner sumó a los entrenamientos físicos y futbolísticos, elementos culturales. Sebastián Pavez, videoanalista del cuerpo técnico de Reserva, en charla con Lástima a nadie Radio, nos contó que el 24 de marzo pasado, decidieron pasarles a los chicos un documental sobre la última dictadura cívico militar. El objetivo no era bajarles línea, sino que los propios pibes pudieran debatir y preguntarse cosas a partir de la película. La respuesta que tuvieron los sorprendió. Empezaron a ver documentales sobre distintas temáticas: Malvinas, Mandela, los crímenes raciales en Los Ángeles o el Cruce de Los Andes. Sumaron un taller de lectura de cuentos, los domingos a la noche. A fin de año ocho chicos fueron becados para realizar el taller de Deporte y Literatura que dicta el maestro y escritor Ariel Scher.

Valentín Larralde firmando su primer contrato. Fuente Prensa Defensa y Justicia

La aceptación en los chicos fue tal que Valentín Larralde, figura en el equipo que ganó la Sudamericana, preguntó si podía dar él una charla. En el cuerpo técnico se sorprendieron y le dijeron que sí. El Pitu Larralde, se puso al frente del plantel para hablar sobre medioambiente. No fue el único en buscar información para dar una charla. Otro de los talleres que armaron fue de geografía. La tarea consistía en elegir distintos países y que los chicos buscaran información cultural, gastronómica o turística. Después de organizar el material, lo compartían con el resto del plantel. Está lleno de casos de futbolistas que tienen que emigrar y no conocen nada sobre el país al que deben ir. Pablo De Muner fue uno de esos futbolistas. Hoy busca que a sus dirigidos no les ocurra lo mismo.

“El fútbol no le da la oportunidad a todos, sólo el 1 por ciento de los chicos llega. ¿Y el resto? Así que buscamos que esto los pueda nutrir, y a nosotros también”, reflexionó Pablo De Muner en una entrevista con El Eslabón de Rosario. Ahora que los entrenamientos volvieron a ser presenciales, no abandonaron  las cuestiones extra futbolísticas. A la pretemporada llevaron libros para armar una biblioteca. Eduardo Galeano, Ayelén Pujol, Adrián Paenza, Diego Armando Maradona, Juan Sasturain, Juan Filloy, Roberto Fontanarrosa, Pedro Mairal, Selva Almada, Osvaldo Soriano, Éber Ludueña, David Trueba, Dante Panzeri, Pep Guardiola, Tomás Bulat y James Kerr (autor de Legado, el libro sobre los All Blacks), conformaron el plantel que viajó junto con los jugadores. La idea del Cuerpo Técnico de De Muner, prendió bárbaro. Los pibes entrenan, juegan al ajedrez y leen.

Hace más de diez años, Defensa y Justicia comenzó un camino que lo depositó en la final de la Copa Sudamericana. La ganó. Llegó la Recopa y con un gol en el último minuto en Brasil la posibilidad del alargue, los penales y otra vez campeones. Algunos pueden creer que ese es el final del recorrido. En Varela no están de acuerdo, es solo el comienzo.  

Juan Stanisci

Twitter: @JuanStanisci

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