El escritor uruguayo y amigo de la casa respondió nuestro cuestionario que recorre tus gustos. Eligió sus cantitos de cancha de cabecera, el mejor estadio para ver recitales y la comida que le empezó a gustar de grande. Esto y mucho más.
Sebastián Chittadini es licenciado en Ciencias de la Comunicación egresado de la Universidad de la República (Udelar), docente en Información y Comunicación, escritor y redactor creativo. Estas últimas dos facetas las podemos disfrutar en Lástima a Nadie, Maestro donde hemos publicado muchas de sus grandes notas. Por establecer un podio rápido y furioso podemos nombrar “El hombre que nunca estuvo” y “Pablo, el Griego”, la primera sobre el Canario García futbolista y la segunda en su versión de director técnico, y “Quedate tranquilo Obdulio”, un cuento con olor a potrero y ruido de pelota de cuero sobre Obdulio Varela, Montevideo Wanderers y el fútbol que ya no existe.

Si andan por Uruguay pueden bucear librerías en busca de los libros que escribió y en los que participó. Su primera incursión literaria fue en Pebeta de mi barrio (2011), de Malena Muyala, con el cuento «Picadito y bandoneón». En 2017 publicó Que vuelva la Celeste de antes. En 2018 integró la antología El equipo soñado. 20 goles de perfil, con un texto sobre Richard Chengue Morales, y sacó su segundo libro Segunda vuelta obdulista. En 2020 junto a Patricia Pujol escribió La vida después del fútbol.
Ha participado en diferentes espacios en radio, prensa y web. Lleva adelante la página Que Vuelva la Celeste de Antes (Facebook, Twitter, Instagram) y tiene un pasado como basquetbolista jugando para Miramar donde anotó dos puntos en la primera división del básquetbol uruguayo. A continuación responde el cuestionario “Las 10 de Lástima a Nadie”.
1-En los dibujitos Los Supercampeones había 2 grandes arqueros que eran Benji Price y Richard Tex Tex. Uno llamaba la atención por su gorrito y el otro por sus pelos largos. Decime arquera/o favorita/o por su look.
– Aunque no fue uno de mis arqueros favoritos, es inevitable recordar al mexicano Jorge Campos y sus vestimentas flúo, todo un personaje icónico de los años noventa. Aunque hubo muchos arqueros que llamaban la atención por algún detalle de su look, creo que lo de Campos marcó una época a nivel estético.

2-De los buenos y las buenas nos vamos a la otra vereda. Esas y esos que si lo tenes de rival te sacan una úlcera pero igual dámela y dámelo siempre.
– Si seguimos con los arqueros, no hay otro villano mejor que José Luis Félix Chilavert para ejemplificar a ese tipo despreciable si lo tenés enfrente, pero al que no querés nunca de rival porque sabés que es muy bueno. Y como arquero, es de mis tres preferidos de siempre por condiciones y personalidad (deportiva).
3-Los goles se gritan aunque a veces se lloran o se putean por la tensión previa al partido ¿Qué gol propio de tu equipo o selección lo lloraste o lo puteaste más que gritarlo?
– Como soy uno de esos casos raros de hinchas de la selección, con el gol que me pasó eso de no poder gritarlo fue con el penal que picó el Loco Abreu en la definición contra Ghana en Sudáfrica 2010. Venir de toda esa tensión acumulada, de la mano de Suárez en la hora, el penal errado por Gyan, el suplementario y los penales; nunca pasé tantos nervios mirando un partido. Y cuando agarró la pelota Abreu, todos sabíamos lo que iba a hacer y no lo pude gritar, pero lo puteé con alma y vida por haber hecho lo que hizo. Recuerdo que quedé entre enojado y con taquicardia, sin poder festejar mucho en el momento que estábamos en semifinales.

4-Bien sabemos que somos exportadores de canciones de cancha. Cantito de cancha de cabecera.
– El primero que escuché en mi vida fue cuando fui a Argentina con 8 años a jugar al fútbol en los intercambios que se conocían como cruzadas rioplatenses y me marcó porque lo adaptamos a nuestro equipo: «Unión, mi buen amigo, esta campaña volveremo’ a estar contigo, te alentaremoooo de corazón, esta es tu hinchada que te quiere ver campeón. No me importa lo que digan, lo que digan los demás, yo te sigo a todas partes, cada vez te quiero más». Después me causa un poco de gracia el de «Jugadoooores, lcdsm, por culpa de la noche no le ganamo’ a naaaadie» y canté mucho en una época el “Oh Oh Oh Oh, ¡Hay que Alentar a Maradó! ¡Oh Oh Oh Oh, Hay que Alentar a Maradó! Hay que alentarlo hasta la muerte, porque yo al Diego lo quiero, porque yo soy un bostero lo llevo en el corazón, y no me importa lo que digan esos p… periodistas, la puta que los pario. Oh Oh… Oh Oh, ¡Hay que alentar a Maradó!». Claramente, la influencia argentina en las canciones de hinchada en Uruguay es total.
5-Cada 4 años hay mundiales para guiarnos la vida. Cada 4 años también hay Juegos Olímpicos. Juego Olímpico favorito y mencione un hecho deportivo que pasó ahí.
– Los de Seúl 1988 me agarraron con 11 años, empezando a jugar al básquet y se ve que con la vocación de algún día hacer algo relacionado con el periodismo y el deporte, porque durante las competencias fui recortando de los diarios toda la información relacionada con los Juegos y armé un cuaderno en el que iba pegando todo. Seguí con mucha atención a los deportistas uruguayos y sobre todo la competencia del básquet que fue histórica por varios motivos (fue la primera con tiros de tres puntos y la última en la que compitió la Unión Soviética). Y en cuanto a un hecho deportivo concreto que me marcó fue la final de los 100 metros llanos entre Ben Johnson y Carl Lewis, con todo el escándalo posterior por el doping de Johnson.

6-Chino Maidana se comió un Guaymallén después de pelear con Mayweather y se puso la remera de la marca ¿La remera de qué alfajor te pondrías gratis para que la conozca el mundo entero?
– Nunca comí un alfajor mejor que el Tsunami, que creo existe hace poco o al menos lo descubrí hace poco, pero es el mejor por lejos. Sin dudas me pondría una remera de ellos, pero que se la jueguen con un par de cajitas por lo menos.
7-Hay que difundir a los buenos y las buenas. Podio de periodistas deportivos en la actualidad.
– Para mí, un periodista deportivo debe saber escribir, además de lógicamente reunir otra serie de cualidades para el ejercicio de la profesión: rigurosidad, conocimiento del deporte, capacidad de análisis y bagaje conceptual que le permita entender al deporte como una actividad humana que no está descolgada de todo lo demás que pasa en el mundo. Creo que si una persona no analiza ni habla del juego, no escribe y no es rigurosa con el manejo de la información; no se trata de un periodista deportivo. Ezequiel Fernández Moores y Miguel Simón cumplen con todos los requisitos, creo que Juan Pablo Varsky es otro y de bonus track pongo al español Santiago Segurola.
8-Hay procesos de maduración distintos en los futbolistas y algunos y algunas tardan más en explotar. Zidane por ejemplo explotó a los 25 años. Decime el gusto por alguna comida que haya explotado en vos más de grande ya sea porque no te gustaba o porque nunca la habías probado.
– Con lo único que me pasó algo así es con la sandía. Hasta los 30 años la aborrecía, al punto de no poder ni sentir el olor. Un día cuando estaba viviendo en España me dieron tremendas ganas de comer sandía y ahí me empezó a gustar, rarísimo porque eran iguales a las que hay en Uruguay.
9-Hay algunas y algunos futbolistas bien valorados y valoradas pero vos siempre que las ves y los ves no tenes suerte en enganchar su mejor versión. Lo mismo pasa con la música. Artista o banda musical que te esforzaste porque te guste y no hubo caso.
– Hay bandas que directamente no me gustan o me molesta escuchar, pero con la que me pasó eso de no lograr conectar con su música fue con U2, una gran banda que le gusta a mucha gente pero que nunca me llegó. Y eso que intenté que me gustara comprándome un par de discos pero, aunque si los escucho no me molestan, no me mueven absolutamente nada.

10-Ojalá pronto termine la pandemia y vuelvan los shows en vivo con público. Mejor estadio o microestadio para ver recitales y alguno que viste ahí o te hubiera gustado ver ahí.
– Acá en Uruguay, se han hecho recitales en estadios cerrados con pésima acústica pero no presencié ninguno en esos lugares. El Estadio Centenario es un buen lugar y ahí pude ver a Sabina y Serrat, a Paul Mc McCartney y a los Guns n’ Roses. No me quejo. Sin embargo, aunque no es un estadio ni un microestadio y hoy en día fue adquirido por una iglesia pentecostal brasilera, nunca estuve viendo recitales en un lugar con mejor acústica que el cine teatro Plaza. Ahí vi a los Paralamas y a David Byrne y los dos fueron espectaculares.
Lucas Jiménez
Twitter: @lucasjimenez88
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