Luego de anticipar varias cuestiones que sucedieron contra México, Pepe vuelve a la carga. Ahora desesperado por la relajación que se vive antes del partido con Polonia. Todo lo que necesitás saber antes del cruce de mañana. Escribe Lucho Bauzá.
En la hora muerta que transcurrió entre Brasil-Suiza y Uruguay-Portugal me dije que era el momento de llamar a mi amigo Pepe para hablar acerca de lo que había pasado entre la final del sábado y ese momento. Esperaba algún comentario sobre nuestros hermanos del río de la Plata, su análisis sobre el Scracht o a lo sumo una escueta observación sobre los europeos que nos pueden tocar del otro lado del grupo. “¿Qué onda, Pepe? Tenías razón, se dio un partido trabajado. Y jugó Guido. Faltó el gol de Lautaro, pero qué importa”.
Transcribo, a continuación, el primero de sus audios.
“Escuchame Gol de Lautaro, estoy viendo la tele, tengo la radio pegada en la oreja y, en diferido, viendo a unos estrimers que se supone que son la crema de los medios audiovisuales en la actualidad, y que encima están allá. Todos pelotudeando. Del primero al último. Todos. En Twitter, lo mismo. Viendo cómo arregla Tite la ausencia de Neymar. Escuchame una cosa… ¡¿A mí qué mierda me importa la ausencia de Neymar?! O el bobo ese de Canelo Álvarez. ¿Contra quién nos jugamos la vida el miércoles? ¿Contra Brasil? ¡¿Contra Canelo?! ¿O contra los polacos?”.
Le tuve que mandar la respuesta obvia: Polonia.
“Ah, bueno. Menos mal… Uno más que sabe que nos jugamos la vida contra Polonia. No Arabia. No México. Polonia. Como dijo Valdano, que ese sí que sabe un poco de qué se trata esto, hay que ver a la Argentina contra los europeos. Nos falta roce contra los europeos. Y ahí están, tooooodoooos los boludos aliviados por haberle ganado a México. Y el problema, acá, no es México. Es Polonia. Había que ganar dos finales, y recién ganamos una. Jugando un primer tiempo espantoso, como quiso el Tata. Pero esto es otra cosa. Polonia es otra cosa. ¿Qué es Polonia, a ver? ¿Qué están haciendo los polacos en este mismo momento? ¿Sabés o no sabés? En cuarenta y ocho horas te van a aparecer en la tele, dispuestos a darte la amargura de tu vida, a cagarte el año, a empañarte la alegría de estos días, a comerte el orto, a hacer que las Fiestas sean una mierda. Puede haber saqueos si estos muchachos dan el golpe… Y vos viendo si hay asado, preocupado por respetar o no las cábalas, como si nada… ¡Como si nada! Están como si nada… Pero decí que estoy yo, que está Scaloni, que está el pibe Manna. Porque si es por ustedes, mamita. En babia, como diría mi abuela, la que me transmitió la pasión y se me fue en la cuarta final perdida del Cervecero. Mirá, ¿sabés qué? Me enojé. ¿Querés saber qué onda con los polacos? Investigá, macho. Investigá. Como investigo yo. ¿Sabés quién es Mateusz Michniewicz? En este momento estoy carpeteando su perfil de Instagram. Porque lo van a ponchar en la transmisión, ve los partidos justo arriba del banco de su papá, el gordo Michniewicz, y uno tiene que saber a quién putea. Es como en el fútbol argentino esto… Mientras más sabés quiénes son los personajes, las segundas y terceras líneas del espectáculo, más lo vivís. Y la verdad que sí, que a este partido lo estoy re viviendo. Así que si querés vivir un ápice de lo que me pasa, investigá. Andá a las fuentes. Aprovechá que ahora es una boludez, si tenés cualquier diario polaco a tiro de un botón. Más difícil se le hizo a mi abuela, la hincha de Quilmes, que en el Mundial del 1958, el conocido “Desastre de Suecia” contra Checoslovaquia, se infiltró en la embajada soviética que supo estar en Cangallo y Esmeralda y fue la primera en saber que se venía la hecatombe, el acabose total. Disculpá que me fui por las ramas… Y te dejo, porque ya salen los arqueros uruguayos”.
Al salir del trabajo, le expliqué que tenía que entender el alivio nuestro luego de semejante tensión, le pedí disculpas porque tenía razón y, finalmente, le aclaré que tenía un trabajo, una familia que sostener, y no tenía el tiempo para indagar en los diarios polacos.
“Está bien, está bien. Pero estás dormido. Están dormidos. Todo bien con Luquitas Rodríguez, con el Alfre Montes de Oca, pero si estás en Qatar tenés que estar como el pibe Edul, viejo, que no se mueve de ahí, las veinticuatro horas pegado a los muchachos. Ahora, si Enzo Fernández desayunó pan con manteca o ensalada de frutas importa más que si el gol de Portugal se lo dieron a Cristiano o al dientudo ese, ¡¿qué me importa eso?! Y si a Canelo no le alcanzan las explicaciones, voy y lo peleo yo, qué tanto quilombo. Si me traen la del mundo, lo peleo yo al cornudo ese. Yo, José. Y ahora pasemos a lo importante… Cuatro-cuatro-uno-uno o cinco-cuatro-uno. Eso es lo que tiene que estar discutiendo el país, a mí qué garcha me importa si el dólar soja satisface a los culosroto del campo, si la nafta sube o si el miércoles los pendejos van a ir a la escuela. Los medios tienen que estar hablando de la formación polaca, viejo. Porque contra Arabia metió cuatro-cuatro-uno-Lewandowski. Pero contra México le sumó a Milik. Y a Milik, contra nosotros, descartalo. Porque el gordo este, el Mourinho polaco, era arquero. Ya viste lo que se defendió. Y ahora, con el empate, pasa. Así que anotá un nombre… No digo que vaya sí o sí, pero vos anotalo por las dudas: Jan Kacper Bednarek. Metro noventa y cinco, ochenta y cinco kilos, nacido el doce de abril del noventa y seis, ariano él, casado con Julia Nowak en marzo del corriente, padre de Lilly Bednarek, actualmente juega en el Aston Villa. El matungo este fue de arranque contra los chilenos, hace doce días, cuando estaban todos boludeando con el asado y las facturas para ver las lucecitas, los fuegos artificiales y los camellos de la inauguración… Y los polacos preparándose contra los chilenos para tener roce sudamericano… Tomá pa vos. Ganaron uno a cero. Y los polacos metieron cinco atrás, cuatro en el medio y al turro de Lewandowski arriba. ¿Y viste que Scaloni dijo que con nosotros los rivales cambian la manera de jugar? Bueno, no te extrañe que aparezcan los cinco abajo. Ahora… Vos me preguntás a mí si alcanza… Esto es fútbol, ya sabés. Pero se destrabó algo el otro día, Messi destrabó algo y empezó a fluir de otra manera el asunto. Y la última vez que destrabamos algo, contra los uruguayos en la Copa América, trajo fútbol a raudales, juego y goles. Paraguay, goleada a Bolivia. ¿El tres a cero contra los ecuatorianos te suena? Va por ahí esto. Va por ahí. Y te aclaro algo, porque el nivel de panqueques por metro cuadrado que hay en los medios es indignante: si llegara a salir mal, si esto que te digo no se da, y los polacos dan el zarpazo, aguante Scaloni. Scaloni, los muchachos que lo acompañan y los jugadores, por supuesto. En las buenas y en las malas. Ah, pará, te cuento la última de los polacos: mandaron a tres pichis a la conferencia. A tres pichis. Pero a mí no me cagan con ese cazabobos. Conmigo no, Baronewski. Y otra más, otra más, ya que estamos, si total, hablar es gratis: ¿vos sabés que los polacos no hablan de pasar de grupo? Los diarios polacos, digo, la lengua polaca… Para ellos no se pasa de grupo, lo estuve viendo en los diarios de allá. Para los polacos, se sale de los grupos. Así como te digo. Ellos están hablando de salir del grupo, de los resultados que necesitan para salir del grupo. Interesante, ¿no? ¿Qué poronga es eso? ¿Semántica, gramática? Ya sé que es de la lengua, pero habría que investigar un poco… Es linda imagen visual la de salir del grupo. Porque si la pensás, también, yo quiero salir del grupo. ¡Me quiero ir a la mierda de acá, tengo los huevos lacios con los árabes, Canelo y qué sé yo! ¿Vos no? Es una cárcel este grupo, boludo, lo estamos pariendo. Estamos entre cuatro paredes y yo ya quiero salir, irme afuera, empezar a relojear a los brasucas de tú a tú, pispear los entrenamientos matutinos de Mbappé, ni hablar de investigar esa posible vuelta de Benzema a Qatar, eso te lo resuelvo en dos horas de ver videos de Tik Tok en aeropuertos de Francia. Buena, la de los polacos… La verdad que es buena la metáfora”.
Lucas Bauzá
Twitter: @rayuelascometas
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