Julián Álvarez tenía 18 años cuando jugó una final de Copa Libertadores. Ayer, con 21, debutó con una buena imagen en la Selección Argentina. Delantero inclasificable que puede moverse por el medio, los costados o como un mediapunta. Escribe Gonzalo Bressan Otegui.

A los once años Julián Álvarez jugó para el Real Madrid. Luego se probó en Argentinos y en Boca. En 2015 llegó a River. Con tan solo 125 minutos en primera, y sin debutar en la Copa Libertadores 2018, disputó 1440 segundos de la final de Madrid frente a Boca. Estuvo en el Mundial de Clubes. Después al Sudamericano Sub 20. Integró el equipo ideal del certamen.

Volvió. Entró contra Independiente en el minuto 58, al siguiente convirtió su primer gol en River Plate. En su debut como titular por Copa Libertadores, frente a Internacional de Brasil, también convirtió. Jugó otra final de Libertadores. En 2020 fue goleador de la fase de grupos de la copa con cinco goles en cinco partidos en su tercera presencia.

Este año fue citado a la Selección. En el partido de ayer contra Chile debutó con la camiseta argentina. Con 21 años, Julián Álvarez, logró lo que muchos no pudieron en toda su carrera. Hace todo demasiado rápido, tanto es así que no se sabe de qué juega.

‘’Me siento muy bien como delantero libre, moviéndome por cualquier zona del ataque’’, explicó el jugador en el invierno de 2019. Parece ser una definición algo amplia, pero que resume un conglomerado de interpretaciones individuales. Para Luis Facundo Villalba, Luigi, campeón con River de la Libertadores 1996, y técnico de Julián en la reserva, Álvarez no es el típico nueve, pero si un delantero que puede ser segunda punta. En cambio Fernando Batista, entrenador de las juveniles de Argentina, lo colocó en su armado como extremo. ‘’Es el jugador que todo entrenador quiere tener, se adapta a varias posiciones, trabaja para el equipo’’, cuenta Batista. Los entrenadores que lo tuvieron en juveniles tratan de describirlo, pero sus acciones en la cancha hablan por sí solas.

Desde el 27 de octubre de 2018, cada vez que pasa 100 minutos como titular en River, Julián marca o asiste. 16 tantos y 16 asistencias en menos de 70 partidos, de los cuales en su gran mayoría no completó. Todos sus goles fueron dentro del área, tanto entrando por derecha como ingresando por izquierda. De esta forma se podría pensar que es delantero. ‘’Es un nueve muy completo, en un futuro puede hacerle sombra a Lautaro Martínez’’, dice Gonzalo Higuaín sobre el cordobés. Pero no hay que olvidarse de sus asistencias. De las 16 solo seis fueron dentro del área. Las 10 restantes, todos por fuera. Cinco surgieron del sector derecho y otras cinco del centro. Es decir, la mitad de sus habilitaciones fueron en la posición de organizador, las otras como extremo mediante centros.

Lo variopinto de sus intervenciones lo hacen un ofensivo multifacético que lo describen como un jugador tan dinámico como técnico. Es por esto que Marcelo Gallardo lo utilizó en diversas posiciones. Como nueve, de segunda punta, por derecha en línea de tres ofensivos, detrás de dos delanteros. Pero también por su sacrificio en la recuperación. ‘’Perdela las veces que tengas que perderla, pero nunca bajes la cabeza, reacciona para recuperarla’’, explica Julián que es lo que le pide el entrenador.

Álvarez tiene indicios de ser un gran jugador, de esos que juegan en la selección y en Europa. Esos jugadores que no se pueden encasillar en un puesto. Lo que le pasa a Lionel Messi, o a Carlos Tevez. En tal caso a Ángel Di María o Sergio Agüero. El primero comenzó su carrera abierto por derecha, luego jugó como falso nueve y hoy lo hace como organizador. Al igual que Tevez. El jugador, hasta este momento, de Boca fue segunda punta, tercer delantero por izquierda, falso nueve, centrodelantero y también se tiró atrás. Di María se mueve por izquierda, por derecha o por el centro, como interno o externo. Agüero formó dupla con Nicolás Frutos, en Independiente, y con Diego Forlán en Atlético Madrid. Sus comienzos fueron como jugador libre, en el presente lo hace como nueve. Todos ellos sin etiqueta. Como Julián Álvarez, un chico que hace todo demasiado rápido, aunque si las hiciera más lento, no se podría resumir.

Gonzalo Bressan Otegui

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